La ordenanza que aprobó hoy el Concejo Deliberante de Córdoba para limitar la provisión de azúcar en locales gastronómicos en la capital de esa provincia despertó las alarmas en el mundo azucarero de Tucumán. El industrial Jorge Rocchia Ferro expresó su disconformidad con la medida y le pidió al intendente de la capital cordobesa, Ramón Mestre, que vete la iniciativa.
La norma equipara al azúcar con la sal en bares y restaurantes de la ciudad de Córdoba. De esa manera, en las mesas ya no se exhibirán el azucarero ni los sobrecitos, como ocurre desde hace años con los saleros en esa capital.
"Todo lo que se consume en exceso es malo; si se toman cantidades importantes de vino se llega al alcoholismo, y el exceso de edulcorantes artificiales puede ser cancerígeno", expresó Rocchia Ferro.
"El que le quiera poner azúcar al café no dejará de hacerlo porque no esté en la mesa, de manera que no veo que la ordenanza sea útil para eso. Lo que sí logra es demonizar al azúcar, que es el sostén de una economía regional como la nuestra", remarcó el titular de la compañía azucarera Los Balcanes.
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Pedidos formales
El empresario reveló que en representación de los azucareros tucumanos, del Gobierno de la Provincia y del Centro Azucarero Argentino (CAA) se enviaron a las autoridades de la capital de Córdoba notas explicativas sobre las ventajas del azúcar y los problemas que podría causar esa norma a la actividad azucarera del país.
"El problema es que hoy es Córdoba y mañana cualquier otra capital de la Argentina, y luego otra provincia, y otra. Se sentaría un precedente que puede ser muy negativo para nosotros", subrayó.