Hace calor en el primer piso del hotel que eligieron para cerrar la campaña, se agitan las banderas y los carteles con las caras de los precandidatos José Cano y Beatriz Ávila. Suena una versión proselitista de “Reggaeton Lento” que alterna con el hit de Cambiemos, “Somos uno” de Axel y Abel Pintos.
Como ya es moda en los actos macristas, el escenario ocupa el centro y a su alrededor en círculo se acomodan los militantes. Suena una sirena mientras los candidatos de la lista avanzan. Los palmean, les dan besos, ellos saludan con los brazos en alto como estrellas del pop. Vitorean sus nombres: Cano y Beatriz, nadie dice Betty (“esa es otra”, aclaran con contundencia).
Es el cierre de campaña de las PASO, las internas abiertas del domingo. Todavía falta el segundo tramo hacia las elecciones legislativas del 22 de octubre, pero en los cánticos ya se repite “Cano gobernador”. Unos minutos antes, frente a la prensa, dijo: “estamos convencidos de que tenemos que gobernar la provincia y de que tenemos que devolverles a los tucumanos los sueños y las esperanzas. Queremos construir una provincia para todos y profundizar la lucha que estamos dando contra la inseguridad y el narcotráfico”.
La Juventud de Cambiemos está enfundada con las remeras blancas y llevan la delantera en los cánticos para que el ánimo no decaiga.
En su discurso, Cano destacó las obras que ha venido haciendo la Nación y se distancia de sus adversarios del PJ. “Esa forma de ver la política, como un servicio, se diferencia de la trilogía de (José) Alperovich, (Osvaldo) Jaldo y (Juan) Manzur, que hace 14 años que hablan de los pobres pero cuando vamos a Trancas, la gente nos dice ‘nos quitaron los sueños de vivir en una comunidad segura y de tener un hospital que nos brinde salud’”, mencionó.
Por eso, sugirió la importante oportunidad que hay para que en el futuro logren “construir una provincia que no nos avergüence por los crímenes impunes, de recuperar la producción y crear trabajo genuino”.
“Tenemos que ser garantes de que los tucumanos puedan gozar de derechos básicos como el agua potable, las cloacas y la seguridad. Si fuimos capaces de mejorar la Costanera, o de hacer una obra en el aeropuerto que le va a dar un potencial tremendo a Tucumán, también vamos a ser capaces de construir una alternativa política”, insistió Cano.
Como última leña al fuego antes del silencio de veda, Cano habló de las presiones que recibieron algunos vecinos de Benjamín Paz y de Trancas (bastión de Jaldo) por haberse reunido con los precandidatos de Cambiemos. “Nos llamaron para decirnos que después de que nos fuimos les quitaron un subsidio de $2.000 que recibían del municipio. Si a Jaldo, Alperovich y Manzur les quitan los fondos del Estado no ganan ninguna elección porque construyeron su poder político con los fondos de los tucumanos”, lanzó.
Ávila, segunda en la lista, destacó que durante la campaña se acercaron a los vecinos y escucharon las preocupaciones. “Nos ha conmovido el recibimiento de la gente, pero los vimos muy golpeados por las políticas de la provincia. Los tucumanos están pidiendo un cambio en la provincia”, aseguró.
Ávila invitó a votar con convicción, alegría y sin presiones. Adelantó que en caso de resultar electa, entre sus propuestas prioriza el área de salud y lo social, “un plan de inclusión de discapacitados, y los de la tercera edad”. “Además, queremos que los chicos estén estudiando o trabajando, por eso otro anhelo es conseguir que el boleto estudiantil gratuito se extienda en toda la provincia”, agregó la peronista.