DEBUTAN HOY
• A las 22 en el teatro San Martín (avenida Sarmiento 601).
Esta adaptación fue estrenada en España el año pasado. Está montada con un planteo escénico minimalista contemporáneo. Justamente, fue en tierra ibérica donde Salim se enteró de la puesta del elenco de La Joven Compañía de Madrid, consiguió el texto y logró los derechos para ofrecerla al público tucumano, según le dijo a LA GACETA.
- ¿Qué te interesó de “Ilíada”?
- La complejidad y profundidad del poema épico me interesó cada vez que lo leía; las descripciones de los personajes y sus conflictos siempre me parecieron apasionantes. Me perturbaba, sin embargo, la intervención de los dioses, y los dos planos que se entremezclaban, el humano y el divino. Es por eso que cuando leí la adaptación escénica de Clua, que se concentra en las pasiones humanas y apenas mencionando a algunos de los dioses, me pareció estupenda, sintética y más interesante teatralmente para el publico actual.
- ¿Está traído el relato a la época actual, incluyendo su texto?
- Cuando hicimos “Edipo Rey” hace unos años pusimos el acento en lo formal del teatro griego clásico: vestuario, máscaras, coturnos (zapatos de la época griega con altas plataformas), e incluso nos preocupamos de conseguir pautas de desplazamientos corales que costaron muchísimo. Esta vez, con “Ilíada”, nos alejamos de esa época y lo planteamos en un contexto contemporáneo, atemporal, en donde las pasiones de los personajes quedan al desnudo sin la apoyatura de túnicas ni otros artificios.
- ¿El traspaso del poema de Homero al teatro le aporta otra mirada a la historia?
- El relato habla fundamentalmente de la guerra y puede entenderse de cualquier guerra. Se refiere especialmente a las cosas que mueren en todo conflicto: la verdad, el amor, la lealtad, el futuro y el heroísmo. Es por eso que me interesó la obra.
- ¿La venganza es uno de los grandes motores de la historia mundial?
- La venganza es el motor, pero también son los intereses materiales. Es por eso que Aquiles, en un monólogo, empieza hablando de la venganza, pero no descarta la gran mentira que esconde otros intereses en la guerra. Esto nos resulta muy familiar.
- ¿En qué consiste el aporte de coreografía y de medios audiovisuales?
- Es necesario dar un contexto de referencia, y por eso usamos en forma sintética imágenes de época y actuales. La coreografía nos permite, con un grupo de veinte actores, representar batallas, muertes, ataques y duelos de una manera eficaz.
- ¿Qué implica esta nueva coproducción de la Fundación Teatro Universitario con el Ente Cultural?
- El Ente nos aporta con la coreografía de Patricia Sabbag (directora del Ballet Contemporáneo), algunos actores, la sala y los técnicos, nos alivia la inversión y nos permite encarar proyectos ambiciosos como este, que de otra manera no hubiéramos podido realizar.
- Troya fue borrada del mapa por haber aceptado el famoso caballo de madera. ¿Caemos frecuentemente en esa clase de trampas?
- Siempre hay engaños que nos presentan cuando se quiere justificar una guerra, un avance económico o explicar una revancha. El Caballo de Troya es una imagen recurrente.