Se lograrán ahorros de entre 10% y 25% en los consumos domiciliarios de gas y de hasta 40% en electricidad a partir del impulso del Estado para promover el uso de nuevos aparatos domésticos, según evaluaciones coincidentes de operadores del mercado y técnicos consultados por Télam.
“El reemplazo de aparatos domésticos por otros de mayor eficiencia aportará un ahorro energético de entre el 10% y el 25% en el consumo de gas y hasta 40% en el de electricidad”, evaluó Nicolás Zimmerman, ejecutivo de Longvie, una de las principales productoras de aparatos domésticos de línea blanca de la Argentina, segmento en el que compiten marcas como Orbis, Eskabe y Universal, entre otras, dentro de un mercado interno de US$ 2.000 millones anuales.
En el mismo sentido que Zimmerman se pronunció Cristian Chas, gerente de ingeniería de la empresa Orbis, quién explicó que el ahorro por el uso de aparatos eficientes, solamente con el agua caliente, importa un porcentaje de entre el 20% y el 35%.
Es por esta búsqueda de ahorro y eficiencia en el consumo de energía por lo que el gobierno nacional apoya el proyecto de la senadora mendocina Pamela Verasay, de estímulos fiscales a la fabricación de calefones sin piloto. Asimismo, alienta una ley nacional que establezca los lineamientos de una política de Estado en materia de ahorro y eficiencia y crea un fideicomiso específico para promover inversiones y potenciar el desarrollo de tecnologías nacionales que incluyan un uso eficiente de la energía, según adelantó la subsecretaria de Ahorro y Eficiencia Energética, Andrea Heins.
El gobierno otorgó hasta fines del mes de junio créditos promocionales a pequeñas y medianas empresas por sumas de entre $ 100.000 y $ 2 millones, en el marco del Sexto Llamado del Fondo Argentino de Eficiencia Energética.
“Con el uso de artefactos muy eficientes y con las máximas certificaciones energéticas, por el lado del agua caliente sanitaria, los ahorros sobre el total del hogar podrían estar en el orden del 18%, teniendo en cuenta que sería posible utilizar colectores solares -llamados coloquialmente “calefones”- y utilizar complementariamente artefactos para el calentamiento de agua sin piloto”, indicó el arquitecto y consultor de la Asociación Nacional de Industrias de Materiales Aislantes de Argentina (Andima), Federico García Zuñiga.
Respecto de la participación de diferentes artefactos domésticos en el consumo promedio de gas en una casa, el 20% lo ocupa la cocina y 80% el calefón; no obstante, en temporada de temperaturas bajas, el 50% corresponde a la calefacción, en el orden de los 6 m3 /día.
Con un consumo anual de casi 45.500 millones de metros cúbicos a 9.300 kilocalorías, la Argentina tiene el consumo de gas per cápita más alto de América del Sur, seguida por Venezuela, Bolivia, Chile, Colombia, Perú, Brasil, Uruguay, Ecuador y Paraguay, según cifras de estudios oficiales y privados. De esta cifra, 10.810 millones de metros cúbicos corresponden al sector residencial, 12.904 millones al industrial y 15.982 millones al consumo de las centrales eléctricas.
El gasto y el ahorro
Un piloto de un calefón encendido tiene un consumo promedio de 200 kilocalorías por hora. Esto representa un consumo 2.900 millones de metros cúbicos de gas por día en todo el país. Según expertos, el ahorro de un calefón sin piloto, representa en la práctica el equivalente al consumo de gas para una ducha de entre 40 y 45 minutos.<br><br>