CARACAS.- Tras la celebración de la consulta contra la Asamblea Constituyente que impulsa el presidente venezolano, Nicolás Maduro, la oposición incrementará la presión sobre el Gobierno. Envalentonada por la participación de más de 7 millones de electores (de un total de casi 20 millones), en el país y el exterior, ayer llamó a la desobediencia civil.
“Convocamos a todo el país a que este jueves asumamos en protesta masiva y sin violencia un paro cívico nacional activo de 24 horas como mecanismo de presión y preparación para la escalada definitiva, que será la próxima semana para enfrentar el fraude constituyente y lograr la restitución del orden constitucional”, anunció el dirigente opositor Freddy Guevara en un acto.
El presidente de la Asamblea Nacional (Congreso unicameral), el opositor Julio Borges, dijo más temprano que la oposición iba a llamar a la “hora cero”, como se denomina al paro general contra el Gobierno de Maduro, al que la oposición acusa de querer instaurar una dictadura.
“En esta fase viene la presión, la escalada, la materialización de las razones por las cuales la gente pidió ese ‘sí’ ayer. El mundo y Miraflores (la sede del Gobierno) deben escuchar el grito de todo un país”, clamó Borges.
La “hora cero” podría incluir el cierre de comercios, industrias y oficinas, acompañado por el bloqueo de vías, medidas que podrían extenderse progresivamente hasta superar las 12 horas.
La oposición también anunció ayer que la Asamblea Nacional buscará designar a 13 nuevos magistrados principales y 20 suplentes del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), tras denuncias de que los actuales fueron designados de manera fraudulenta.
Los opositores y la fiscal general venezolana, Luisa Ortega Díaz, critican que los nombramientos hechos en diciembre de 2015 por el Parlamento saliente, de mayoría oficialista, ocurrieron apenas dos semanas después de las elecciones parlamentarias que perdió el Gobierno.
Los opositores sostienen que el Parlamento saliente debió disolverse tras las elecciones. Sin embargo, la Cámara saliente redujo los plazos de entrevista, concurso y designación de autoridades y aceleró los nombramientos. La oposición impugnó esa maniobra. Posteriormente, el propio TSJ decidió declarar en desacato a la Asamblea Nacional y asumir funciones del Parlamento, lo que fue internacionalmente denunciado como un autogolpe de Estado. Tras el escándalo, el oficialismo dio marcha atrás.
Luego, Maduro impulsó una Asamblea Constituyente de 545 integrantes, pero sus adversarios denuncian que las bases comiciales de la consulta violan el principio del voto proporcional.
Además, la oposición ha exigido que previamente se celebre un referéndum para que la población apruebe la iniciativa de la Constituyente. Pero el Consejo Nacional Electoral, al que la oposición acusa de estar subordinado al Gobierno, lo rechazó.
Ante esa negativa, la oposición llevó a cabo el domingo su propia consulta, en la que preguntó a sus votantes si “rechaza y desconoce” a la Asamblea Constituyente convocada por Maduro, si “demanda a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana obedecer y defender la Constitución” y si aprueba la renovación de los poderes públicos y la formación de un Gobierno de unidad nacional.
Según la oposición, el “sí” ganó con el 98% de los votos. (DPA)
Planteo panamericano
EEU, México y Brasil piden parar la reforma
Un día después de la consulta popular organizada por la oposición en Venezuela, el gobierno de Estados Unidos, a cargo de Donald Trump, llamó al presidente Nicolás Maduro a cancelar el proceso de una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Carta Magna. El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, aseguró que la consulta, en la que según la oposición participaron más de siete millones de venezolanos, es un “mensaje inequívoco” para el Gobierno de Maduro. Por separado, el gobierno de Brasil, a cargo de Michel Temer, y el de México, a cargo de Enrique Peña Nieto, se expresaron en idéntico sentido y pidieron que no se avance con la constituyente. (DPA)
Descalificación oficialista
“En australia votaron hasta los canguros”
El oficialismo venezolano calificó ayer como un “gigantesco engaño” la consulta popular contra la Asamblea Constituyente. El oficialista alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, un ex presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), se refirió a los comicios del domingo realizados en Venezuela y otros países como una consulta “interna”. En Australia “votaron hasta los canguros”, ironizó. En rueda de prensa, Rodríguez descalificó todo el proceso de recolección de votos al margen del sistema electoral formal al considerar que hubo votos múltiples, votaron menores, se realizó sin un padrón electoral y minimizó la participación al considerar que no llegó ni al millón de votantes. (DPA)