Una de puntos que crítica a la Argentina el informe “Control de cáncer: acceso y desigualdad en América Latina” es que no cuenta con un Programa Nacional para Control de Cáncer que articule los diferentes programas y las diversas necesidades de atención (educación sanitaria a la población y a los agentes de salud, tamizajes, tratamientos y cuidados paliativos). Esa realidad se refleja en la provincia, pero en ella ocurren asimismo cosas muy buenas. También depende de vos que cumplan su objetivo.

- Cáncer Colorrectal: muy fácil de prevenir con un test disponible en todos los caps

Es uno de los cánceres fáciles de prevenir: en principio basta con tomar pequeñas muestras de materia fecal (uno mismo en su casa, con un kit disponible en el sistema público de salud), donde se buscará sangre oculta; se recomienda realizar el test una vez al año. Si no hay sangre, todo bien.

Si se encuentra, el propio sistema organiza una colonoscopia (hay cuatro colonoscopios): estudio que, con un tubo flexible que tiene una cámara, examina al detalle el colon y el recto. Se realiza bajo anestesia y, si encuentra pólipos, los puede extirpar en el momento.

Si no se hallan lesiones, el próximo tamizaje por colonoscopia se hace a los 10 años. “El 90% de los cánceres de colon y recto se produce en personas mayores de 50 años”, informó Guillermo Mirolo, referente tucumano del Programa Nacional de Cáncer colorrectal, que empezó como programa piloto en 2014 en algunas áreas y a partir del 2016 se extendió a toda la provincia.

Casi siempre se produce primero un tipo de lesión llamado pólipo (crecimiento anormal de células de la mucosa del intestino) que puede transformarse en tumor si no se detecta a tiempo. Pero ese “tiempo” es muy prolongado: pueden pasar 10 años. No hay motivo, entonces, que justifique las cifras: es el segundo cáncer de mayor mortalidad en nuestro país, con unos 6.600 fallecimientos anuales. El programa está vigente desde 2014 y este año se ha logrado duplicar la cantidad de test de sangre oculta de años anteriores. ¡Acercate al CAPS y pedí el kit!

- Cáncer de Mama: detectado a tiempo, se puede curar en el 90 % de los casos

Es el cáncer más frecuente entre las mujeres en todo el mundo, y no se puede prevenir, pero si se detecta temprano (cuando el tumor tiene un diámetro inferior a 2 cm), más del 90 % de los casos se puede curar. Bajar la tasa de mortalidad (19%) depende, entonces, de que las mujeres de entre 40 y 70 se hagan una mamografía cada dos años y todo está dispuesto para que esto sea posible, particularmente para la población de riesgo sin cobertura de obra social (más de 73.000 mujeres).

Es un estudio fácil, rápido e indoloro y el plan provincial de prevención de cáncer de mama cuenta con 15 mamógrafos (14 en centros de salud y uno en el Tráiler de la Mujer que desde 2008 recorre Tucumán para llegar a los lugares más lejanos); se consiguen turnos con facilidad y, si se detectan lesiones sospechosas, el mismo sistema tramita la derivación.

“En los casos urgentes, en un mes la pacientes está operada y contenida”, destacó la referente del programa, Silvia Saguir.

Si la paciente se considera de alto riesgo (por contar con antecedentes familiares en primer grado, especialmente si se produjo en la menopausia), se recomienda comenzar la detección a los 35 años, o 10 años antes de la edad de diagnóstico del familia afectado. Entre los objetivos del programa se encuentra el fortalecimiento del registro provincial de cánceres de mama, uno de los elementos fundamentales para la correcta aplicación de políticas de salud.

- Cáncer de Cuello de Útero: se previene sencillamente buscando presencia de VPH

Al cáncer de cuello de útero no se llega si no hay lesiones causadas por algunos tipos de VPH, un virus que en más del 90% de los casos el cuerpo elimina solo; sólo un 5% tiene elevada probabilidad de avanzar a lesiones que, en un lapso de más de 10 años, deriven en cáncer, generalmente en mujeres mayores de 30 años.

Por eso se ha implementado desde 2011 la vacunación gratuita y obligatoria contra el VPH en niñas de 11 años -se sumó a los varones este año-. Pero para las mujeres ya expuestas al virus, que se transmite por vía sexual, se ha implementado el programa de cáncer de cuello y se usa un método de detección muy sencillo: un kit que permite incluso autoadministrarse el prueba, y que consiste en un pequeño cepillito que se introduce en la vagina y toma la muestra. La población destinataria son las mujeres de entre de 30 -no embarazadas- y 64 años.

El kit está disponible en todos los centros de salud públicos, y si el test da negativo, no hace falta papanicolau y recién se repite a los cinco años. “Este sistema todavía no está disponible en el ámbito de la salud privada -advirtió el referente del programa, Oscar Cinto-, aunque se anunció su pronta incorporación”.

Cinto informó además que la Nación lleva invertidos en el programa -que solo se lleva a cabo en algunas provincias- 25 millones de pesos en insumos. “El sistema de autotoma ha ayudado a que los kits lleguen a mayor número de mujeres. Casi el 50% de los test se aplicaron por autotoma”, añadió.