San Miguel de Tucumán genera más de 700.000 kilos de basura por día, según la Municipalidad capitalina. Si se distribuyera esa cantidad en bolsas plásticas de supermercado, ubicadas una al lado de la otra, cubrirían un área igual a cinco campos de fútbol completos. Funcionarios coincidieron en que lo ideal sería reducir el volumen de residuos, y empezar a separar lo orgánico de lo inorgánico en el hogar, para aprovechar lo reciclable. Es que, según la empresa Reciclamos, se podría reaprovechar el alrededor de un 30% de la basura que generamos, pero eso sólo sucede con un 5% aproximadamente, por iniciativas privadas.
La recolección de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) de la capital está a cargo de Transportes 9 de Julio y de la Municipalidad. Por día, el servicio privado levanta 500 mil kilos, y el servicio público 200 mil kilos más.
“San Miguel de Tucumán es una ciudad que genera muchos residuos porque tiene una gran cantidad de habitantes, a lo que hay que sumarle que aproximadamente 200 mil personas ingresan a diario a trabajar”, expresó el gerente de la Transportes 9 de Julio, Ricardo Otrino.
El recorrido oficial
La disposición final de la basura del Gran San Miguel Tucumán es responsabilidad del Consorcio Público Metropolitano, un organismo creado en 2009.
Una vez que la basura de Alderetes, Banda del Río Salí, Las Talitas, San Miguel de Tucumán, Tafí Viejo y Yerba Buena es recolectada, los camiones la llevan hacia una planta de transferencia, ubicada al sur de la capital, en San Felipe.
Allí, los camiones descargan los residuos en otros vehículos más grandes. En esos transportes se la lleva hacia Overá Pozo. En ese lugar, que queda al este de la provincia, casi al límite con Santiago del Estero, se la aplasta y se la entierra en un relleno sanitario.
Poco reciclaje
“Sería importante mermar el volumen (de basura que se genera a diario), porque (el problema) no es tanto los kilos sino el volumen”, explicó el Titular del Consorcio Público Metropolitano de Tucumán, Héctor Argañaraz.
El primer paso para aprovechar lo reciclable (papel, cartón, vidrio, plástico) y disminuir la cantidad de basura es clasificar los residuos orgánicos de los inorgánicos en el hogar. Pero en la capital no existe un servicio de recolección que pueda transportar la basura por separado.
Eso está relacionado a que sólo se recicle aproximadamente un 5% de la basura que generamos, según estimó Pablo Paiz Magli. El es especialista en reciclaje y fundador de la empresa Reciclamos, que recupera materiales reciclables de basurales y corralones y los vende a empresas de Buenos Aires, Rosario y Córdoba, para que los reciclen.
No se recicla más cantidad porque tendría que haber una política para eso, explicó el titular del Consorcio Público Metropolitano. Y agregó: “tendría que haber concientización, para que las personas en sus casas puedan separar lo seco (inorgánico) de lo húmedo (orgánico). Eso sería un avance importante”.
Por su parte, el Director de Higiene Urbana de la Municipalidad, Jorge Pérez Musacchia, señaló como un comienzo la instalación de Estaciones Ambientales. Son 14 las que hay en la capital. Sin embargo, la basura de esas basureros ecológicos es recolectada por los mismos camiones que levantan los residuos domiciliarios. Sobre eso, Pérez Musacchia explicó que es lógico porque “donde está el papel, el plástico o el cartón, hay comida. Entonces hay que lavar esos materiales porque sino tienen olor”.
Además, el funcionario comentó a Panorama Tucumano que desde el municipio están trabajando en un proyecto de separación en origen. “Un camión pasará el día lunes y recolectará el plástico que la gente haya separado en su hogar”, ejemplificó.
> PACARÁ PINTADO
En la planta existen siete montañas de basura que están en estado de degradación
Hasta hace seis años, la basura del Gran San Miguel de Tucumán tenía como destino final el vaciadero Pacará Pintado, ubicado al sur de la capital. A día de hoy, en ese lugar, hay siete montañas de desechos que se encuentran en descomposición, según aseguró el jefe de planta Miguel Pereyra. De seis a siete años es el tiempo que tarda en degradarse una montaña de residuos de tal magnitud, comentó el ingeniero. Además, Pereyra sostuvo que al estar la basura en estado de descomposición, no contamina ni el suelo ni el aire. En el año 2010, una pericia de la UNT había determinado que la planta contaminaba.