El amarre que hizo Atlético de su barco en aguas internacionales le arruinó las vacaciones. Es el precio que debe pagar por seguir participando de una Copa -en este caso la Sudamericana- y lo hace con gusto. De hecho, ninguno de los jugadores que el lunes retomen la actividad tras apenas seis días de descanso, lo hará a disgusto. El prestigio está primero, aunque cueste días libres.
El partido contra Patronato terminó el lunes por la noche y ahora, en menos de dos días, el plantel se reencontrará con Ricardo Zielinski para empezar a planificar el partido contra Oriente Petrolero, en Santa Cruz de la Sierra, el martes 11 de julio. Los 16vos. de final esperan por ambos equipos.
Pero para Atlético, así como para el resto de los equipos argentinos que jugará la Sudamericana y los que lo harán en la Libertadores, se trata de una serie enclavada en medio de un receso entre torneo y torneo. Es decir, donde debería empezar una pretemporada, se jugará un partido oficial.
El “Decano” podría seguir haciendo historia y avanzando en la Copa así como también, podría quedar eliminado. Cualquiera de los dos resultados no cambia el hecho de que el objetivo central será prepararse para una nueva temporada en la que deberá hacer una determinada cantidad de puntos para mantenerse en Primera.
Es por eso que, al regreso de Bolivia, el plantel se abocará a lo que necesita: trabajo físico para aguantar la competencia del segundo semestre.
Claro está que, no por eso, Atlético no se tomará en serio su compromiso. Es más, ya tiene cerrado el charter que lo llevará nuevamente a tierras bolivianas. Se trata del mismo avión que lo llevó a Cochabamba en abril pasado cuando tuvo que enfrentar a Jorge Wilstermann por la Copa Libertadores.
El plantel partirá hacia Bolivia el domingo 9 y retornará a Tucumán una vez finalizado el partido (comenzará a las 21.45 del martes 11). Una vez en Tucumán, el plantel no “perderá” mucho tiempo y, tal como lo diagramó el “Ruso”, volvería a salir de la provincia: no está confirmado pero hay muchas chances que viaje a Salta. Allí, como casi siempre lo hace durante los recesos, haría la pretemporada correspondiente.
En el medio jugará algunos amistosos con equipos de la provincia vecina, pero la prueba de fuego aparecerá tres semanas después: el partido de vuelta ante Oriente. Atlético recibirá a los bolivianos el martes 1 de agosto a las 21.45 en el Monumental y su imagen quizás sea muy diferente de la que muestre en la ida, con varias semanas de trabajo encima.
A partir de allí, comenzará la cuenta regresiva hasta el inicio del torneo de Primera que, según confirmaron ayer, comenzará el 18 de agosto. En el medio, tal vez tenga que jugar con Independiente por la Copa Argentina. Las vacaciones, pueden esperar.