Retirados de los escenarios para radicarse definitivamente en el confort de los estudios, los Beatles dieron a luz hace exactamente medio siglo el álbum que cambió la historia de la cultura pop. El 1 de junio de 1967 se lanzó “Sgt Pepper’s Lonely Hearts Club Band”, el revolucionario octavo disco colmado de innovaciones musicales, tecnológicas y creativas. Con “Sgt Pepper’s” nació el art rock, una comunión entre la música y otras ramas del arte a partir de un concepto homogéneo conformado por canciones, discurso y estética.
A pesar de tratarse de un disco que radicalizaba el espíritu experimental de Los Beatles, tal el caso de canciones como “A day in the life”, “Being for the benefite of Mr. Kite!” o “Lucy in the sky with diamonds”; también contaba con temas capaces de llegar a un público amplio, como ocurría con el aire de vodevil de “When I’m 64”.
Grabado en los míticos estudios Abbey Road a lo largo de cinco meses, “Sgt Pepper” puso a prueba la inventiva del productor George Martin, quien debió apelar a diferentes trucos para satisfacer los insólitos pedidos de John Lennon y Paul McCartney, en la búsqueda de nuevos sonidos.
La idea conceptual surgió mientras se ensayaba el tema que le da nombre al disco, cuando a McCartney se le ocurrió que toda la obra fuera presentada como si hubiera sido grabada por la banda del Sargento Pepper a la que aludía la letra. Pero estaba claro que jugó un rol clave “Pet sounds”, el disco de los Beach Boys que había explorado antes ese territorio.
Si bien el beatle más entusiasmado con el proyecto era McCartney, quien prácticamente se puso al frente de la banda en el estudio, fueron las cuatro composiciones aportadas por Lennon las que le darían su personalidad al disco.
La surrealista letra de “Lucy in the sky with diamonds”, inspirada en un dibujo realizado por su hijo Julian y el mito en torno a su referencia al LSD -droga disruptiva en ese momento-; el circo psicodélico sonoro de “Being for the benefit of Mr. Kite!”; la inclusión de sonidos de animales en “Good morning, good morning”; y, especialmente, el collage de “A day in the life”, el tema más celebrado del disco, son la prueba irrefutable del papel jugado por Lennon.
Estos temas obligaron a George Martin a apelar a recursos inéditos. De allí la decisión de convocar a una orquesta sinfónica, a la que le pidió que cada músico tocara lo que quisiera, dentro de un rango determinado, para lograr “un sonido que surgiera de la nada y llegara hasta el fin de los tiempos”. Así de vago fue el pedido de Lennon para “A day in the life”.
Por su parte, McCartney, además de idear el concepto del disco, intensificó su búsqueda de perfil de “músico serio” con piezas como “She’s leaving home”, con sus arreglos de cuerdas y su adulta letra. Mientras que Harrison y Starr también tendrían sus momentos con la hindú “Within you without you” y el clásico “With a little help from my friends”, al que Ringo prestó su inconfundible voz..
Sin embargo, años más tarde, ambos músicos confesarían que se aburrieron durante las sesiones, debido a que era poco lo que tenían para tocar. El gran trabajo pasaba por la consola de sonido, zona monopolizada por Martin, McCartney y Lennon.
El otro aspecto revolucionario estuvo marcado por su presentación, con una legendaria portada en la que sobre una foto realizada por Michael Cooper, con los Beatles convertidos en miembros de la banda del Sargento Pepper -como si fueran sus alter-egos-, el artista Peter Blake armó un collage con imágenes de diversas figuras, entre las que destacaban políticos, filósofos, deportistas, humoristas y artistas.
Así convivían en la portada el boxeador Sonny Liston, el pensador Karl Marx, el escritor Oscar Wilde, la diva Marlene Dietrich y el músico Bob Dylan, entre otros personajes surgidos de un listado armado por los propios Beatles. Quedaron afuera Jesús y Gandhi, para evitar conflictos con la Iglesia Católica y con la República de la India.
Celebrado hasta el paroxismo por el público y la crítica, “Sargent Pepper” funcionó desde 1967 al día de hoy como inagotable fuente de inspiración para artistas de toda naturaleza..
Prueba irrefutable del impacto que el disco tuvo resulta el hecho de que se afirma que millones de británicos y estadounidenses son capaces de precisar qué estaban haciendo cuando lo escucharon por primera vez. Un fenómeno que generalmente ocurre ante una gran tragedia o un hecho determinante en la historia de la humanidad, como la llegada del hombre a la Luna.
El disco que cambió la historia de la cultura pop celebra hoy 50 años con una envidiable condición: sigue inspirando a toda clase de artistas porque se mantiene joven e irresistible. Los Beatles se reiventaron con este álbum y, de paso, provocaron una revolución.
> ¿Cuál es tu tema favorito del disco?
Santiago Caminos - (guitarrista y cantante de Tripas Calientes)
“A day in the life”. Siempre me gustaron las diferentes melodías y ritmos que tiene. Y su letra representa claramente los principios de la psicodelia; la mente abriéndose a otra realidad. No la que se ve, sino la que se sueña.
Patricio García - (guitarrista, tecladista, compositor)
Mi tema preferido es “Getting better”. Si se fijan, está armado alrededor de una sola nota que se repite insistentemente. McCartney, el autor, estaba muy interesado en ese momento en la música avant garde y contemporánea, asistiendo a conciertos de AMM, escuchando a Stockhausen y el minimalismo de Terry Riley y Steve Reich. La forma en que desarrolla armónicamente esa sola nota repetida es muy hermosa. Y la parte del bajo es genial. El aporte de Lennon es alucinante, cuando confiesa en la letra: “solía ser cruel con mi mujer, la golpeaba y la alejaba de las cosas que ama. ¡Hombre! He sido malo, pero estoy cambiando y haciendo lo mejor que puedo”. Conciencia de género en 1967.
Titán - (dj)
“A day in the life”, sin dudas. Inicialmente me llamaba la atención de la musicalidad de ese track, por sobre los demás. Esta nueva etapa psicodélica de los íconos del rock pop mundial, de los creadores, esta nueva etapa me encantaba. De alguna manera escuche The Beatles cronológicamente, porque de chico no entendía cómo podía ser el mismo grupo el que escribió este disco y a la vez los anteriores, sólo cuatro años antes. Eran diametralmente distintos.
Manuel Puchenko - (cantante y guitarrista de Skaraway)
“A day in the life”. Es la última y la más loca canción que compusieron Lennon y McCartney en su octavo disco. Tiene un sonido orquestal y está muy buena.
Rony López - (guitarrista y bajista de jazz de Pata I’Chancho)
Se hace difícil elegir sólo una canción de un álbum tan emblemático para la música popular del mundo, ya que su influencia traspasa todas las barreras. Con mucho esfuerzo me quedo con “A day in a life”: me fascina su melodía, de un matiz psicodélico y melancólico. La instrumentación es fantástica, más el agregado de una orquesta que sorprendentemente no toca un arreglo tradicional sino que con sonidos aleatorios, contribuye a la generación sensación de caos y de angustia.
Carlos Podazza - (músico)
Seguro “When I’m sixty four”, que la escribió Paul MacCartney cuando tenía 15 años. Miren qué casualidad, 64 es la edad que tengo ahora. Cuando la escuché en aquellos años me reencantó. Hasta intenté cantarla con alguna banda que integraba por entonces. Me parece de una riqueza absoluta. Simple.
Nacho Luna - (guitarrista de The Worms y de Mil Castigos)
Es difícil elegir un tema porque es un disco para escuchar como una sola obra, pero si tengo que elegir, “A day in the life”, porque es claramente una de las mejores colaboraciones entre Lennon y MacCartney, lo que le da ese contraste marcado entre las partes de cada uno, pero que conviven perfectamente en la misma canción. Además me parece lo mejor de Ringo Starr. La parte orquestal grabada por 40 músicos le da una atmósfera particular. Por último el final: el glissando de la orquesta, el dramático compás de silencio y ese acorde en Mi mayor tocado en cuatro pianos y un armonio que dura 40 segundos.
Tony Molteni - (voz de Karma Sudaca)
Es el disco entero, una maravilla, por lo que no puedo elegir una canción en especial. Cuando lo escuché era para mi una obra conceptual, pero después no lo vi así. Lo tomé como algo único, nuevo.
Julio Cossio - (guitarrista de Los Puesteros)
La que más disfruté es “Lucy in the sky with diamonds”. En realidad mis canciones favoritas de los Beatles son de otra etapa de la banda, si bien se sabe que este disco fue el más icónico e influyente.