“Lava todo y no digas nada”. Ese sería el mensaje que la Policía encontró en la casa de la ex cuñada de Darío Juárez, el principal acusado de la desaparición y el posible crimen de Daiana Garnica. Esas letras plasmadas en un papel, para los investigadores son clave. Es el dato que necesitaban para comprobar el pacto de silencio que existiría entre los 13 detenidos.
La adolescente desapareció el 6 de mayo después de haberse reunido con el principal sospechoso. El fiscal cree que Suárez, con la colaboración de Fabián “Sapo” Pacheco (compañero de trabajo) y de Juan Mátar (dueño de una ladrillera de Alderetes), habrían asesinado a la joven y que las 10 personas que están detenidas saben lo que habría ocurrido.
En los últimos días, gracias a los hallazgos que concretaron los perros de los bomberos voluntarios de Punta Alta, se fortaleció esa teoría. Con el trabajo de los canes, no solo sospechan que Daiana, después de haber dejado su hogar, se fue hasta la casa de Suárez de allí a la ladrillera, donde se cree que la podrían haber arrojado al horno que volvió a ser encendido justo ese día después de seis meses. Los perros también marcaron la camioneta de Matar en un allanamiento, por lo que se cree que en ese vehículo podría haber sido trasladada la joven.
Al fiscal le faltaba sumar otros indicios para tratar de comprobar la red de encubrimiento que él sospechaba que podría existir en este caso. Y los canes también lo ayudaron a esclarecer este punto. Por ejemplo, un testigo declaró en Tribunales que había visto a Suárez con su hermano César dirigiéndose al río trasladando al menos dos bolsas que parecían ser de basura. Ambos negaron esa posibilidad y desmintieron la versión que había dado esa persona.
Sin embargo, con la colaboración de los perros, personal de la División Homicidios, al mando de los comisarios Hugo Cabezas, Sergio Juárez y Daniel Cuellar, encontró en la casa de César Juárez, un manuscrito donde se habría redactado un mensaje en el que se advertía que a Daiana no la encontrarían más. Horas después, en el río Salí, ubicaron una bolsa con manchas que podrían ser de sangre. ”Creemos que esa puede ser la ropa de ella. Si bien es cierto que aún no la vimos, pensamos lo peor”, comentó Sergio Pérez, representante legal de la familia Garnica.
Mientras los canes olfateaban las sucias márgenes del río Salí, en tribunales se presentaba a declarar Victoria Melián, ex esposa de César Suárez, como testigo ofrecido por la defensa de Suárez. Por una serie de contradicciones, también fue detenida. Bonari pidió que se allanara ese domicilio. Allí encontraron un manuscrito en el que habría pedido que se limpiara un auto (hasta el momento no se sabe cuál) y más ropas con manchas que podrían ser de sangre.
Los investigadores, a lo largo del trabajo que vienen desarrollando, encontraron dos tipos de manuscritos. Por un lado están los que habría escrito Suárez, en los cuales habría insinuado que habría mantenido una relación con Daiana; o en su defecto, habría pretendido tenerla. Los otros mensajes fueron ubicados en la casa de los allegados del acusado y estarían vinculados a encubrir el supuesto crimen.
Se sospecha que el autor podría ser Suárez y que habría elegido ese sistema de comunicación para evitar ser descubierto. “Él no está incomunicado y pudo haber aprovechado las visitas para dar órdenes o pedir favores”, explicó una alta fuente que confirmó que todas esas notas serán sometidas a una serie de pericias para determinar quién las escribió.
“La verdad es que no nos interesa que haya un pacto de silencio, lo importante es que se suman indicios que complican la situación procesal de Suárez y de su entorno. Por más que no hablen, se van sumando pruebas en contra de ellos”, aseguró Pérez.
Julieta Jorrat, la abogada defensora de todos los Suárez, desde hace varios días viene cuestionando la estrategia del fiscal.
”Considero que él está presionando al entorno de Suárez porque cree que así conseguirá que alguien se quiebre. Ellos ya hablaron y no sólo dijeron que no tenían nada que ver, sino que presentaron pruebas para comprobar sus dichos y aún no fueron escuchadas por el fiscal”, señaló.