BUENOS AIRES.- Carlos Casares, ubicada en el noroeste de Buenos Aires fundada el 8 de enero de 1907, vivió ayer su jornada más gloriosa en lo deportivo. Agropecuario Argentino ascendió a la B Nacional y su éxito puede considerar una hazaña ya que desembarca a la segunda categoría del fútbol argentino apenas seis años después de su fundación y luego de lograr tres ascensos consecutivos.
Agropecuario Argentino fue fundado el 23 de agosto del 2011 y es presidido por Bernardo Grobocopatel, ahijado del magnate de la soja Gustavo Grobocopatel, titular del Grupo Los Grobo, dedicado a la producción de la oleaginosa. Sin jugar -tuvo fecha libre- y ante la derrota de Gimnasia y Esgrima de Mendoza, 1 a 0, frente a Gimnasia y Tiro, los dirigidos por José María “Chaucha” Bianco ascendieron.
Una vez terminado el partido, los jugadores de Agropecuario se vistieron con los colores verde y rojo del club y se subieron a un tractor y al techo de la cabina de un camión para recorrer las calles y festejar con los vecinos.
Grobocopatel, fundador y titular de la entidad, aseguró que el club le cumplió el sueño de su vida, que transcurrió rodeada de prejucios por la creencia de que lo tenía todo en el aspecto material. “Estoy emocionado. Toda la vida soñé con tener un club de fútbol porque mi vida es el fútbol. Tuve la suerte de nacer con todo lo que la gente desea tener, pero me faltaba esto”, confesó el dirigente.
Gonzalo Urquijo, capitán del equipo, expresó su satisfacción por el logro. “Si me preguntabas por esto cuando empezamos nunca me lo hubiera imaginado. Al partido lo vimos compartiendo un asado en la casa de un compañero. Luego salimos a celebrar a la calle”, comentó.
“Casares tiene 21.000 habitantes. Antes nos conocían por Roberto Mouras -una leyenda del TC que murió en una competición- y ahora nos conocen por Agropecuario”, le comentó a Télam el subsecretario de Deportes local, Ezequiel Donoso.
Pero no todas son flores. Juan Beraza, ex presidente del Club Atlético Carlos Casares (e más antiguo de la ciudad), señaló que el “Sojero” no es un club, sino una empresa. Desangró a los clubes de la ciudad que hace 80 años mantienen el deporte”, se quejó. (Télam-especial)