Los referentes de la alianza Cambiemos fueron el blanco de todo el fuego político de los miembros del Congreso del Partido Justicialista (PJ). Los congresales despotricaron puntualmente contra la pata peronista local que integra la coalición que encabeza el presidente, Mauricio Macri: el secretario de Vivienda de la Nación, Domingo Amaya; y el intendente de la capital, Germán Alfaro.
“El enemigo repudiable y repugnante es aquel que se ha nutrido del peronismo más de 11 años. (José) Cano ha sido enemigo siempre, pero nosotros hemos dormido con el enemigo”, disparó el alperovichista Sergio Mansilla desde el escenario del anfiteatro Miguel Ángel Estrella, en alusión al jefe municipal y al funcionario macrista.
Los congresales del peronismo se dieron cita ayer, por primera vez en el año, para autorizar al partido a la conformación de frentes y alianzas con partidos políticos nacionales, provinciales, municipales o comunales. Aprobaron también la suspensión de un artículo de la Carta Magna del partido, para autorizar la postulación como candidatos de dirigentes “extrapartidarios”, de cara a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 13 de agosto y a las legislativas del 22 de octubre.
En un poco más de dos horas de debate, los 77 congresales presentes coincidieron al criticar con dureza las políticas del macrismo. Repudiaron la “persecución judicial y mediática” contra la ex presidenta Cristina Fernández y rechazaron la detención de la dirigente jujeña Milagro Sala.
Entre los que cargaron contra Macri estuvo José Alberto Cúneo Vergés. “Eligió a Tucumán como su gran objetivo, apuntará toda su artillería, por eso tenemos que elegir una lista representativa que entusiasme a todos”, dijo.
“Esos mismos déspotas que se han nutrido de Néstor (Kirchner) y de Cristina, que le han puesto a una avenida el nombre de Néstor, hoy salen a despotricar en contra del gobierno que los tuvo 12 años como referentes de la provincia. Les hemos dado de comer desde esta sede”, repudió a los gritos Mansilla, en el cierre de la lista de oradores de la sesión. El presidente, Alberto Olea, siguió con un gesto afirmativo cada crítica de la arenga del legislador provincial (aún no puede asumir porque espera el fallo de la Corte por una demanda que lo acusa de haber agotado las reelecciones). “Dicen que son peronistas y se enojan cuando les decimos que no los vamos a echar del partido. Queremos tenerlos cerca para putearlos (sic) cada vez que podamos. No merecen que los echemos, tienen que irse solos”, disparó.
Vuelta a las bases
Los miembros del congreso peronista criticaron la falta de actividad del órgano deliberativo del partido. La última sesión fue a comienzos de diciembre. “Quiero manifestar mi preocupación por la inacción política del Congreso. Antes de (discutir) los frentes internos debemos resolver nuestros problemas internos”, criticó Mario Humoller. El ex legislador oficialista José “Gallito” Gutiérrez apoyó esa postura: “este Congreso tiene que volver a las bases. En alguna oportunidad también me tocó ser el presidente y lo hacíamos sesionar en toda la provincia para escuchar a las bases, para escuchar los reclamos de las juntas departamentales y de las unidades básicas. Volvamos al peronismo que nos dejó Perón”, pidió el delegado comunal de Garmendia.
Entre las voces críticas, el intendente de Banda del Río Salí, Darío Monteros, hizo un llamado a la unidad. “Nuestra responsabilidad es que Tucumán siga siendo peronista. En 2015 dimos cuatro palizas consecutivas, así que no tengo dudas de que ahora volveremos a dar un triunfo. El verdadero enemigo son Macri, Cano, la inflación y los tarifazos”, arengó.
Olea celebró los resultados de la sesión y anunció que la presidenta del partido, Beatriz Rojkés (esposa del senador José Alperovich), dispuso que el Congreso del partido sesionara en otras localidades a partir de junio.