Pasaron 24 horas y la calma aún no había llegado a la esquina de 25 de Mayo y Santiago del Estero. Sábado a la mañana. El miedo y la tensión no se fueron. La pelea mortal entre estudiantes del Gymnasium y otros establecimientos educativos dejó sus huellas. “El problema es que todos los viernes, cuando esta zona se llena de estudiantes, pasa algo. Imagínese lo que sucederá ahora”, advirtió Marcos Jiménez, empleado de un drugstore de la zona.
El viernes, cerca de las 13, durante una pelea en la que participaron más de 30 adolescentes. En el enfrentamiento resultaron lesionados tres alumnos del colegio universitario. Terminaron heridos con una navaja Matías Albornoz Piccinetti (murió horas después en el Centro de Salud) y F. E (volvió a ser operado ayer por la herida que sufrió). Mientras que un tercero, cuyo nombre aún no trascendió, terminó con su cara lesionada por un golpe. La Policía detuvo a tres sospechosos de 16, 15 y 14 años, que concurren al Cenait, el San Lucas y el Guido Spano, respectivamente.
Ayer comenzó a esclarecerse lo que había sucedido. La fiscala María del Carmen Reuter, con los testimonios que recogió en las últimas horas, elaboró una hipótesis. El enfrentamiento mortal fue el epílogo de una serie de peleas que protagonizaron ambos grupos en poco menos de 10 días.
Todo habría comenzado en plena semana del Gymnasium, cuando los alumnos del establecimiento expulsaron el miércoles 10 al grupo al que pertenecen los aprehendidos, que también estaría integrado por alumnos del San Carlos y de la Escuela Normal, según confiaron fuentes judiciales. Siguió el sábado 13, en el baile que se hizo en la sede del colegio, ubicado en 25 de Mayo al 600. Los organizadores no le permitieron el ingreso al grupo rival, por lo que produjo un grave incidente en el que un estudiante terminó lesionado por haber recibido un golpe con una manopla en su rostro.
Fuentes policiales le confirmaron a LA GACETA que ninguno de esos hechos fue denunciado. Las autoridades universitarias tampoco aclararon si estaban al tanto de los incidentes. Lo mismo hicieron los funcionarios del Ministerio de Educación de la provincia. Voceros de ambas partes anunciaron que comenzarán a investigar el caso a partir de mañana.
La fiscala Reuter también tiene una hipótesis de cómo se produjo la pelea fatal. En la puerta del local de comida rápida ubicada en la esquina de 25 de Mayo y Santiago se encontraba un alumno del Gymnasium junto a una adolescente. Por allí, siempre según la teoría de la fiscala, pasaron los acusados del crimen, lo habrían reconocido como el que no los dejó entrar y lo habrían hostigado. Esa escena fue presenciada por un allegado al agredido y corrió hasta la sede del establecimiento a pedir ayuda. De allí salió corriendo un grupo y llegó para enfrentarlos.
El enfrentamiento continuó en Santiago al 400. E., según los testimonios, intentó separar, pero fue herido con un arma blanca. Albornoz Piccinetti intentó detener al agresor, pero recibió una puñalada mortal en el pecho. Los amigos de los heridos siguieron peleando con los sospechosos, que ya estaban recibiendo apoyo de sus amigos, por lo batahola se generalizó hasta que llegó la Policía.
“Había salido a comprar comida. Caminaba por la Santiago rumbo a la 25 y me encontré con un malón de chicos golpeándose salvajemente. No sabía qué hacer. Me asusté mucho, por lo que decidí quedarme parada en el lugar. Cuando pararon de pegarse, caminé un par de metros y me encontré con los chicos heridos. Te juro que me dio tanta bronca que volví al trabajo. Eso no son estudiantes, son bestias”, dijo María del Carmen Brunotto, instrumentista dental.
Los allegados a las víctimas señalaron al menor de 15 años como el que tenía el arma, que no pudo ser secuestrada porque desapareció del lugar donde se desarrolló el enfrentamiento. Los sospechosos negaron tener responsabilidad en el hecho (ver nota aparte), pero la fiscala los señaló a los tres como los autores del crimen. Sólo al mayor lo acusó del delito de homicidio, tentativa de homicidio y lesiones graves. A los otros dos, que son inimputables, sólo les informó de que estaban acusados. Hoy podría tener en su poder las imágenes de las cámaras de seguridad que hay en la zona y las que tienen instaladas los comercios de la cuadra.
“Los vecinos quedamos aterrados. Esta es la primera semana importante que se hace en la capital. No sabemos qué puede pasar en el futuro. Espero que las autoridades tengan en cuenta este detalle antes de que la situación se agrave”, dijo preocupa Fernanda Tolaba, empleada de comercio y madre de dos hijos adolescentes.