Fue casi una cuestión psicológica, de tortura mental. Cuando Banfield creyó que Atlético iba a ceder a su pausa y control de la situación, notó que lo suyo era estar patas para arriba, colgado del destino y del deseo de lo que el dueño de casa quería hacer. Fue una cuestión de actitud, y en ese rubro el “Decano” le sacó la misma distancia que existe entre Banfield y 25 de Mayo y Chile. Kilómetros.
Atlético encontró anoche la luz cuando el túnel del torneo local parecía demasiado oscuro. Mejoró sus números: ahora, en lo que va del año, suma 12 puntos de 30 posibles. Pero por sobre todo, el equipo mejoró en lo que importa ahora: en su fútbol. Y lo hizo sin sus tanques. Al final de cuentas, Pablo Lavallén tenía razón. Atlético no necesita de centrodelanteros para marcar y jugar bien a la pelota.
“Sin nuestros dos puntas, con ‘Pulguita’ pudimos lastimar por abajo”, explica orgulloso Leandro González, autor del 2-0 parcial que bañó de tranquilidad las efusivas costas del “Decano”.
“Sabíamos que era un partido difícil, pero demostramos tener carácter; este equipo lo tiene para encarar situaciones difíciles”, agrega Fabio Álvarez, dueño del 1-0 que abrió la cancha definitivamente para Atlético.
“Este partido era fundamental en lo psicológico para nosotros. Es otro el ánimo con el que vamos a encarar el viaje a San Pablo”, afirma Álvarez, socio de Luis Rodríguez en la primera gran conexión de la noche “decana”. Recibió un pase magistral del simoqueño y luego definió con clase.
“Necesitábamos, primero, tener un partido así de local. Necesitábamos darle una alegría a la gente, para ir a Brasil con nuestro mejor ánimo”, insiste González y ratifica que Atlético “demostró buen juego, a pesar de no tener a los dos nueve de área”.
Y González se anima a más. “Sí, seguimos soñando. Comenzamos muy temporano el año, el 3 de enero. Fuimos el primer equipo argentino en empezar a competir... Queremos lograr algo muy lindo, que es seguir en la Copa. Vamos a ir a ganar”, promete “LG” y se despide.
Vio la amarilla antes de tiempo
El juez Silvio Trucco se aferró al reglamento y castigó con la tarjeta amarilla a Cristian Lucchetti antes de que comenzara el partido de anoche con Banfield. Algunos dijeron que fue por entrar al campo con un niño en brazos y otros porque el 1 “decano” demoró el inicio del encuentro saludando al banco de Banfield. Cualquiera de las dos situaciones están previstas y penadas con amonestación en el reglamento de AFA.
Tiene el equipo listo
Pablo Lavallén afirmó ayer que en su cabeza ya tiene al “11” titular que el miércoles, a las 21.45, visitará a Palmeiras por la última fecha del grupo 5 de la Copa. Es más, el entrenador aseguró también tener el equipo “decano” que luego visitará a Talleres.
No habrá pausa
La apretada agenda del equipo obliga a seguir sin pausa. Por eso, hoy todo el grupo volverá a entrenarse pensando en el viaje del lunes a San Pablo, Brasil. Habrá tareas de preparación mañana, día en que se entregará la lista de buena fe, y también el lunes por la mañana. La delegación oficial partirá por la tarde rumbo a Buenos Aires y luego sí encarará la segunda parte hacia el estadio brasileño de San Pablo.
Un emotivo pedido
Enorme y hasta lírica bandera (foto) fue la que desplegaron los hinchas ubicados en la tribuna de calle Laprida. “Ya que estamos soñando, lo hagamos realidad. Vamos por la gloria”, decían los -en realidad- tres trapos unidos pensando en el partido ante Palmeiras.
“Salieron todas”
La zona mixta del estadio Monumental fue escenario de una postal de alegría. “Salieron todas, sí”, aseguró David Barbona, que cambió por gol el penal bien cobrado por el juez Silvio Trucco. “Hicimos un buen partido, correcto, de lo mejor desde que estoy en Atlético, agregó el volante, que aseguró que el chip del grupo ya es el de la Copa.
Sin lesionados
Lo mejor de la noche para el cuerpo técnico, además de los tres puntos y del buen juego, fue que no tuvo que lamentar lesionados. Salvo golpes propios del juego, todos los hombres del “decano” terminaron en buenas condiciones. Desde hoy, y hasta el miércoles, la idea es recuperar físicamente a quienes mayor desgaste sufrieron anoche.