Sorprenden su plumaje colorido, la maravilla de su canto, la habilidad para construir sus nidos, la fortaleza dentro de su fragilidad. Pero si hay algo que sueñan los humanos, desde tiempos inmemoriales, es volar como los pájaros. Claro que una de las actividades de los hombres, también desde tiempos inmemoriales, es matarlos; y no solo para alimentarse... Como si una suerte de envidia por la libertad se pusiera en juego. Sin pensar que son fundamentales para la vida.
“Las aves siembran semillas; polinizan flores y ayudan a controlar plagas”, indicó Ada Echevarría, directora del Instituto de Vertebrados de la Fundación Miguel Lillo. “Y como les gustan los árboles y plantas nativos y abundantes, y que no se tire basura porque las enferma, son muy buenas bioindicadoras de la calidad del ambiente”, añadió.
Crear conciencia
Con el lema “Su futuro es nuestro futuro” hoy se celebra en el mundo el Día Mundial de las Aves Migratorias, cuya conservación y protección forma parte de los objetivos de desarrollo sostenible de la Naciones Unidas. El objetivo de la campaña 2017 crear conciencia sobre la necesidad del manejo sustentable de nuestros recursos naturales, dado que la conservación de aves es crucial para el futuro de la humanidad. “Si el planeta es saludable para ellas, lo será para nosotros”, destacó Echevarría.
Las que van y vienen
“Entre las aves hay un grupo especial, las migratorias, que todos los años se desplazan desde el sitio donde hacen el nido y tienen sus pichones hasta lo que se conoce como zona de invernada”, informó la experta. Esto también lo tenían claro en los tiempos inmemoriales: las primeras observaciones registradas son de hace 3.000 años; las mencionan Hesíodo, Homero y Aristóteles, por ejemplo. También aparecen en la Biblia. “Migran porque buscan, en los diferentes lugares que usan de parada, temperaturas más suaves y mejores recursos (alimentación y refugio).
Las nuestras
Estas paradas funcionan como estaciones de servicio, donde ‘recargan combustible’ para seguir”, explicó Echevarría y contó que en nuestro país podemos encontrar cinco tipos de aves migratorias, clasificadas según su ruta. Las hemisféricas hacen su nido al norte de Norteamérica y vienen a nuestro país en primavera y verano. “En este grupo podemos mencionar chorlos, playeros, águila pescadora...”, señaló.
Las patagónicas, como la golondrina, nidifican en la Patagonia y nos visitan a partir del otoño. Las especies regionales nidifican en el centro, el sur y el noreste de Argentina y en el noreste de Sudamérica, y nos visitan en diferentes estaciones (muchas especies de patos y garzas). Y las altitudinales nidifican en alta montaña y durante el invierno se trasladan a las zonas de menor altitud; se destacan flamencos, guayatas y gallaretas.