Es el último tabú. El drama más silencioso. El que se ha convertido en una epidemia que está fuera de control, reconocen las autoridades. Están hablando del suicidio, una temática que subió a escena esta semana - de la mano del macabro juego “La Ballena Azul” y de la popular serie de Netflix “Por 13 Razones”-, pero que desde hace 15 años viene aumentando de forma alarmante en la provincia, llevándose demasiado temprano la vida de muchos jóvenes.
Son muertes inesperadas. Impactan. Asustan. Duelen. Se supone que están en una etapa de la vida en que gozan de bienestar. Y, sin embargo, la cantidad de decesos por suicidios entre los 15 y 29 años casi se cuadruplicó desde 2001.
Rogelio Cali, director de Epidemiología del Siprosa, explica cómo se mide esta problemática. No sin antes opinar que los suicidios, al igual que la obesidad y los accidentes de tránsito, están fuera de control: “son una urgencia social que excede ampliamente lo que se puede hacer desde prevención en el ámbito de la salud. Necesita un trabajo multisectorial”.
En su computadora hay varias carpetas bajo el título “suicidios”. Las tasas de fallecimiento por esta causa se miden en cantidad de casos cada 100.000 habitantes. En nuestra provincia, esa tasa, en 2001, era de 4,2. Tuvo su pico máximo en 2013, con 11,3. En los últimos años bajó y se estabilizó en 10.
Eso debería ser una buena noticia. Pero no lo es. Porque mientras están bajando los casos de adultos mayores que se quitan la vida, entre los jóvenes la tasa pasó de 6 casos cada 100.000 habitantes en 2001 a 22.8 en el último año. O sea, aumentaron más de un 70% las muertes por esta causa.
Ellos se mueren más
Cali desgrana más datos aún: son las mujeres las que más intentan quitarse la vida. Pero en los hechos, ellos se mueren más: entre los 14 y 19 años, por ejemplo, la tasa es de 15 suicidios de varones por cada 100.000 habitantes mientras que en ellas es de 4,8 muertes.
Lo que hay detrás de las cifras, las causas de los suicidios, es lo alarmante, sostiene Cali. Y da precisiones: el 73% de los jóvenes que intentan quitarse la vida habían sufrido acoso (principalmente hostigamiento escolar). Ese dato abona la temática que desarrolla la serie de Netflix, en la cual están íntimamente relacionados el bullying y el suicidio de una adolescente.
“Es una problemática sobre la que urge trabajar más. Se requiere la atención de los diversos actores sociales para poder prevenirla”, sostiene el experto. Y muestra una encuesta que el Ministerio de Salud realizó a jóvenes de entre 13 y 15 años. El 13,3% de los adolescentes de entre 13 y 15 años intentó suicidarse. Las mujeres son las que más piensan en quitarse la vida. El 22% tuvo una ideación de suicidio y el 19% de ellas intentó hacerlo.
Este estudio mostró cuáles son los factores de mayor riesgo que inciden a la hora de idear quitarse la vida. Entre esos factores aparecen en primer lugar el acoso escolar seguido del sentimiento de soledad. “En estas situaciones, sienten hasta 10 veces más deseos de matarse”, detalla.
En ese contexto, hay algo más que preocupante: según la encuesta, el 59% de los chicos declara que se siente siempre solo. El 43% tiene dificultad para dormir, el 30% opina que a sus padres no les interesa lo que hace y el 28% declara que la escuela o colegio al que asiste es poco amable y 3 de cada 10 encuestados admite que sufre acoso escolar.
Para contener la cantidad de casos de intentos de suicidios, el Siprosa viene incrementando la asistencia psicológica y psiquiátrica en CAPS y hospitales. En 2001, por ejemplo, hubo 516 consultas en la provincia por tentativas de suicidios, mientras que en 2013 se registraron 1.925. Cinco por día.
Irma Thomas -referente del Programa Provincial de Prevención y Abordaje de Conductas Suicidas- también mostró su preocupación por la conexión cada vez más estrecha que hay entre entre bullying y suicidio. “El adolescente busca ser aceptado por sus pares y si no lo es, se vuelve muy vulnerable”, resaltó.
Según la experta, la alarma de un padre o de un docente, pueden ser claves. Lo principal, hay que estar atentos a estos indicios: cambios abruptos en el rendimiento académico, dolores corporales, pasar más tiempo solos o no participar de actividades con compañeros. A veces, con observar, acompañar y denunciar se puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
> Hechos evitables, en cifras
100%
aumentó la mortalidad por suicidios en adolescentes desde la década del 90.
13,3%
de los jóvenes de entre 13 y 15 años intentó suicidarse.
22%
de las adolescentes tuvo una ideación de suicidio.
10 a 19 años
en esta edad el suicidio se ha convertido en la segunda causa de muerte.
70%
de las tentativas de suicidios que llegaron al hospital Padilla en 2014 y 2015 fueron casos de mujeres.
30%
de los intentos de suicidios que se asisten en el Padilla son pacientes reincidentes.
> Factores de alto riesgo
59%
de los chicos de entre 13 y 15 años se siente solo siempre.
38,7%
sufre la soledad la mayoría de las veces.
25%
de los adolescentes han padecido o padecen acoso escolar.
30%
de los jóvenes sienten que a sus padres no les interesa lo que ellos hacen o sienten.
54%
de los intentos de suicidios que se atienden en el hospital Padilla llegan en marzo o febrero, los dos meses en los que los adolescentes deben arrancar el año escolar.
10
años es la edad en la que comienzan a tener ideación de suicidios e incluso ya intentan quitarse la vida.