SEÚL.- El régimen de Corea del Norte aseguró que el sobrevuelo de dos aviones bombarderos de la Fuerza Aérea estadounidense cerca de Corea, en el marco de unas maniobras, lleva a la península “al borde de la guerra nuclear”. Bombarderos estratégicos del Pentágono realizaron ejercicios de entrenamiento junto a las fuerzas aéreas japonesas y surcoreanas, en otra muestra de su poderío militar.
Los dos bombarderos supersónicos B-1B Lancer fueron desplegados en medio de la tensión por los programas de armas nucleares y misiles balísticos de Corea del Norte, que ha desafiado las sanciones de Naciones Unidas y la presión de Estados Unidos. El vuelo ocurrió ayer luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, dijera que estaría “honrado” de reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong Un, en las circunstancias apropiadas y que su director de la CIA había llegado a Corea del Sur para sostener negociaciones.
El portavoz del Ministerio de Defensa de Corea del Sur, Moon Sang-gyun, dijo en Seúl que el simulacro conjunto de ayer se realizó para disuadir las provocaciones norcoreanas y poner a prueba la preparación ante la posibilidad de otro ensayo nuclear.
Corea del Norte afirmó que los bombarderos realizaron “un simulacro de lanzamiento de una bomba nuclear contra importantes puntos” de su territorio, en momentos en que Trump y “otros belicistas estadounidenses están desesperados por lanzar un ataque atómico preventivo” contra el aislado país. “La provocación militar imprudente está llevando la situación en la Península Coreana al borde de la guerra nuclear”, dijo la agencia oficial norcoreana, KCNA.
Las tensiones en la Península han escalado en las últimas semanas, ante el temor a que Corea del Norte lleve a cabo su sexta prueba nuclear, a pesar de las presiones de Washington y de Pekín, la única aliada importante de Pyongyang.
El sistema de defensa estadounidense Thaad ya alcanzó su capacidad operativa inicial en Corea del Sur, dijeron funcionarios, aunque advirtieron que la plataforma antimisiles no estaría trabajando a capacidad plena hasta dentro de algunos meses.
China, por su parte, expresó reiteradamente su oposición al sistema defensivo, ya que teme que su poderoso radar pueda vigilar territorio chino. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores en Pekín, Geng Shuang, criticó el sistema Thaad. “Tomaremos todas las medidas necesarias para defender nuestros intereses”, declaró Geng, sin ofrecer detalles. (Reuters)