WASHINGTON.- Estados Unidos pidió en la ONU más sanciones económicas y diplomáticas contra Corea del Norte, con el fin de aumentar la presión sobre el país asiático para que abandone sus programas nucleares y de misiles
“Dada la creciente amenaza, llegó el momento de que todos pongamos nueva presión sobre Corea del Norte”, dijo el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, en un discurso ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Abogó por que todos los países suspendan o reduzcan sus relaciones diplomáticas con Pyongyang y aumentar su “aislamiento financiero” con nuevas sanciones comerciales.
China y Rusia advirtieron contra la amenaza de usar la fuerza militar. Estados Unidos había alabado en fechas recientes a China por sus esfuerzos para controlar a su aliado Corea del Norte, pero el ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, dejó en claro ante el Consejo de Seguridad de la ONU que la solución de la crisis no depende solo de Pekín.
Sobre este punto, recordó la responsabilidad que tiene China, que representa un 90% del comercio norcoreano, y confió en que Beijing emprenda nuevas acciones y pidió a la comunidad internacional que se suspenda el flujo de trabajadores norcoreanos al exterior y se prohiban al país ciertas importaciones, especialmente de carbón.
La reunión ministerial, dirigida por Tillerson, expuso las viejas divisiones entre Estados Unidos y China sobre cómo lidiar con Corea del Norte. Mientras Pekín aboga por hablar primero y actuar luego, Washington quiere que Pyongyang rebaje su programa nuclear antes de comenzar tales conversaciones.
“Es necesario dejar de lado el debate sobre quién debería dar el primer paso y dejar de discutir acerca de quién tiene la razón y quién está equivocado”, dijo Wang. “Ahora es el momento de estudiar la reanudación de las conversaciones”.
Tillerson respondió: “No negociaremos el regreso a la mesa de negociaciones con Corea del Norte, no recompensaremos sus violaciones de pasadas resoluciones, no recompensaremos su mal comportamiento con conversaciones”.
“No actuar ahora en el asunto de seguridad más demandante en el mundo podría tener consecuencias catastróficas”, señaló. “La amenaza de un ataque nuclear en Seúl o Tokio es real y es solo cuestión de tiempo antes de que Corea del Norte desarrolle la capacidad para atacar Estados Unidos”, agregó.
Tillerson reiteró la postura del Gobierno de Donald Trump de que todas las opciones están sobre la mesa si Pyongyang persiste en su desarrollo nuclear y misilístico, pero Wang indicó que las amenazas militares no ayudarán y que la “única salida” pasa por el diálogo y las negociaciones. “El uso de la fuerza no resuelve las diferencias y llevará solo a mayores desastres”, dijo. (Reuters/Télam)