Las disputas electorales en la Universidad Nacional de Tucumán se darán en la primera mitad del año que viene; sin embargo, las candidaturas ya están al rojo vivo y generan tensiones en algunas dependencias de la UNT.

Esta semana el decano de la Facultad de Medicina, Ricardo Zelaya, decidió prescindir de cuatro funcionarios de su gabinete. Se trata de Francisco Mingolla (secretario de Gestión y Políticas administrativas), Eduardo Franco (secretario de Extensión), Celia del Pino (subsecretaria de Posgrado) y Demetrio Mateo Martínez (secretario de Planificación Académica). Zelaya explicó que los cambios respondieron a una reorganización de su gabinete. “Alguno de ellos son docentes que vuelven a sus cátedras y siguen trabajando. Hay gente que no es docente y vuelve a su actividad. Los cargos del gabinete son políticos”, aclaró el decano, quien manifestó su intención de presentarse a una reelección el año que viene.

Sin embargo, algunos de los desplazados creen que la decisión fue sorpresiva y que responde a internas políticas. Es el caso de Martínez (ex decano 2010-2014), quien habría hecho sentir en los pasillos de Medicina sus intenciones de volver a dirigir esa facultad. “Martínez ha optado por trabajar para 2018 y, lógicamente debe dar un paso al costado”, reafirmó Zelaya.

Con prudencia

No obstante, Martínez prefirió no dar por sentada su candidatura. Dijo que por el momento solo son “charlas de café” y que la decisión llegará recién a fin de año. Incluso, justificó el cambio de Zelaya: “Está dentro de las atribuciones del decano”. Y aclaró que su participación dentro del gabinete había tenido como objetivo central la coordinación en el cambio de la currícula de la carrera, lo cual concluyó en marzo. Afirmó que volvía con gusto a ejercer a pleno su función como docente en la cátedra de Práctica Final.

Por su parte, Mingoya envió el martes por la tarde un mensaje al personal de la facultad, explicando los motivos de su alejamiento del gabinete. Escribió: “Zelaya me pidió la renuncia argumentando que necesitaba ocupar los lugares con gente de su ‘equipo’ para su reelección en las elecciones del año que viene. Ante esta situación me vi en la obligación de dejar el cargo”. El ahora ex secretario dijo que él, junto a su grupo, fue quien lo apoyó a Zelaya para que pudiera llegar al decanato en 2014. Fue duro al momento de describir la relación con el actual decano. Lo tildó de persona “autoritaria” .

El caso de Celia del Pino es diferente porque ella no es docente de esa facultad. Desde 2006 cumplía tareas administrativas (en distintas dependencias) y había pedido licencia sin goce de sueldo en el Siprosa. “A mí me sorprendió la decisión porque nunca me llamó, solo envió una resolución, señalando el cese de las actividades de la Subsecretaría”, comentó.

Del Pino dijo que esa dependencia en la que ella se desempeñaba desde que asumió Zelaya había sido creada por propuesta suya unos años antes, y que el primer subsecretario designado había sido el actual decano.

“Se creó la figura del subsecretario por la amplitud de la oferta de posgrado que tiene la facultad”, detalló. El actual secretario es Recaredo Ramón Valderrábano. Sobre su situación no hay novedades.

Una de las hipótesis que maneja Del Pino es que los cambios se deben a cuestiones políticas y a algunos rumores que señalaban que Zelaya ya no contaba con el apoyo del grupo que lo “condujo” al decanato. “Todas son suposiciones porque a las razones no me las dieron”, mencionó.

En el plano de los rumores de pasillo también se habla de dos posibles candidatos más a decano. Una sería Cristina Bazán de Casella, quien hace unos días recibió una distinción internacional por sus aportes en el campo de la Pediatría. El otro nombre es el de Hugo Ciaravino, de Ginecología y Obstetricia.

De esta manera, el mapa electoral de la UNT de a poco va tomando forma.