Nicolás Iriarte - LG Deportiva

Atlético pasó fugazmente por Cochambaba y los integrantes de la delegación prácticamente no pudieron conocer nada. Además, el equipo sufrió una derrota muy dura ante Jorge Wilstermann. De ahora en más, cada vez que se mencione el nombre de esta ciudad boliviana, cada uno de los jugadores evocará los peores recuerdos. Y eso no tiene nada que ver la geografía o las costumbres del lugar. Pablo Lavallén y sus dirigidos tienen problemas mucho más serios que pensar en lo bueno o lo malo que puede ofrecer Cochabamba a sus visitantes.

El principal problema del entrenador ahora es el armado del equipo contra San Lorenzo, para el domingo. Uno de los candidatos al título del torneo de AFA visita el Monumental y el “Decano” no puede alojarlo en un momento más endeble que este.

Su fragilidad salta a la vista, cuando ya pasaron seis partidos sin conocer la victoria. “Desde el momento en que convertimos el gol todo se nos hizo cuesta arriba. Es increíble, pero nos terminó jugando en contra”, confiesa Fernando Zampedri, uno de los más enojados tras el 1-2 en el estadio “Félix Capriles”.

El delantero marca una interesante realidad: a Atlético no le cuesta generar situaciones y ponerse en ventaja, pero sí aprovechar las ventajas que consigue durante los encuentros. “Abrir el partido y no terminar ganando es frustrante”, agrega el goleador. Tan frustrante como lo vivido por el equipo en los tres partidos jugados en la fase de grupos de la Copa Libertadores: ante Palmeiras, Peñarol y Wilstermann comenzó ganando pero no pudo mantener el resultado en ninguno de esos duelos. “Con ese gol arriba perdimos la oportunidad de ganar el partido. Ellos tuvieron dos situaciones y las concretaron”, resumió Jairo Palomino, el autor del, finalmente, improductivo 1-0 parcial para Atlético.

En el torneo local también lo sufrió: contra Temperley se sintió más cómodo jugando en desventaja. Pudo dar vuelta el marcador pero se lo terminaron empatando previsiblemente, ya que el “Gasolero” había generado muchas situaciones antes de esa conquista.

¿Cuál es la solución? Según Zampedri, esa pregunta tiene muchas respuestas. “No es un problema del grupo. Aquí es necesario cambiar un montón de cosas”, manifestó el artillero. Al aclarar que el grupo no es el que tiene problemas, uno tiende a pensar que se refiere al cuerpo técnico, pero jamás lo nombró. Eso sí: su enojo era mayúsculo.

“Es una derrota muy dura. Tenemos que salir de este momento. Hay que empezar a ganar”, enfatiza Zampedri, como una exigencia. El delantero es un volcán en erupción.

¿Pero cuáles son ese montón de cosas que hay que cambiar? Justamente los cambios no vienen saliendo bien: el martes, Lavallén improvisó una línea de 5, que por algunos momentos era de 3, con varias caras nuevas. Es cierto: muchas de las bajas son por lesiones en un puesto tan importante como el de defensor central. También, hay que decirlo, el jugador sorpresa en el equipo titular, Palomino, hizo el único gol del partido.

Aún así, el “Decano” perdió la brújula justo cuando se puso adelante en el marcador. Ahora, para el duelo contra San Lorenzo, se vendrán más cambios, pese a que alguna de sus figuras siguen en boxes: Cristian Menéndez está casi afuera; aún no se ha recuperado de un desgarro. También parece complicado que pidan pista los centrales Enrique Meza Brítez e Ignacio Canuto. Viene pesada la mano. “El partido contra San Lorenzo es clave para nosotros. Estaremos en nuestra cancha y con nuestra gente”, explica Palomino. Ya son seis los partidos en los que Atlético no conoce la victoria y para un equipo que se acostumbró a ganar últimamente, es muy doloroso. “Estoy muy caliente”, reconoce Zampedri, como si hiciera falta. Sus gestos se ven a lo lejos.

Lo bueno es que el “Ciclón” jugó ayer en Chile, también por la Copa, y vendrá algo cansado. Sin embargo, el cansancio ya no aparece como una desventaja o ventaja para Atlético. Todo pasa por otra “cosa” y, en primer lugar, por los problemas para mantener el resultado.