MOSCÚ.- El presidente de Rusia, Vladimir Putin, destacó ayer, en su reunión con el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, su disposición a normalizar la golpeada relación con Estados Unidos, según dijo el ministro del Exterior ruso, Sergei Lavrov, en Moscú.
“En (el caso de) todos los problemas, y esa es mi impresión personal, no hay pocas perspectivas de diálogo”, dijo Lavrov, quien añadió que Putin le explicó a Tillerson la posición de Rusia.
El funcionario estadounidense se reunió ayer con Lavrov y luego con Putin. El ministro ruso reconoció, tras las conversaciones con Tillerson, que hay muchos problemas. “Somos realistas, entendemos que son necesarios esfuerzos significativos para superar estas barreras”, dijo Lavrov.
EEUU, por otra parte, insiste en una salida del poder del presidente sirio, Bashar al-Assad. “Nuestra posición está clara, el dominio de la familia Assad está llegando a su fin”, dijo el estadounidense, quien añadió que Rusia, como estrecho aliado de Siria, “tiene un papel especial a la hora de dejarle esto en claro a la familia Al-Assad”.
Sin embargo, en la conferencia de prensa con Lavrov, no aclaró en qué momento de una solución política llegaría esa salida del poder, pero dijo que la permanencia de Al-Assad no iba a ser aceptada ni en Siria ni en el resto del mundo.
Por su parte, Lavrov se atuvo a la posición rusa según la cual debe decidir sobre ello el pueblo sirio. Según dijo, no se trata simplemente de apartar gobiernos y la solución política debe ser clara.
Los ministros del Exterior estuvieron sin embargo de acuerdo en que Rusia y Estados Unidos deben seguir liderando los esfuerzos internacionales para una solución pacífica en Siria. Tillerson destacó un punto en común: “Los dos creemos en una Siria unida y estable”. “El país no puede convertirse en territorio de acogida para terroristas”, coincidieron.
En tanto, Rusia vetó en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución impulsada por las potencias occidentales para condenar el presunto ataque químico que denunció la oposición siria contra una localidad de ese país.
Más de 80 personas murieron la semana pasada en el presunto ataque químico contra Jan Sheijun, del que Washington culpa al Ejército sirio, aunque éste lo niega. En represalia, Estados Unidos atacó la semana pasada la base aérea del Ejército sirio de la que se supone que partió el ataque. Tillerson afirmó que el Gobierno sirio empleó armas químicas unas 50 veces y dijo que el ataque de la semana pasada fue apenas uno de tantos. “Se contabilizaron 50 incidentes”, apuntó. (DPA-Télam)