EL CAIRO.- Miles de personas despidieron ayer a las víctimas de los atentados del domingo contra dos iglesias coptas en Egipto, mientras en el país entró en vigor un estado de excepción que regirá por tres meses. En Alejandría, donde se registró uno de los atentados, se celebró un funeral masivo para despedir a los 17 muertos en el ataque, que dejó además 48 heridos. El monasterio de Mar Mina estaba lleno de gente y se veía a mujeres vestidas de negro llorando y gritando. Algunos hombres se aferraban a los ataúdes ubicados en el centro de la iglesia antes de la ceremonia. (DPA-Reuters)