Sería un error pensar que el partido que Tucumán le ganó a Buenos Aires el domingo pasado tiene algo que ver con el que hoy los pondrá nuevamente cara a cara, por el hecho de que pasaron sólo seis días. No, salvo la confianza que implica para los Naranjitas haberse demostrado a sí mismos que son perfectamente capaces de ganarle a los tricampeones, no hay nada que se pueda extrapolar de un duelo a otro. El primero fue una final, metafóricamente hablando, porque para Tucumán resultaba indispensable ganar. Pero el de hoy es una final en sentido estricto, de esas que consagran a un campeón. Las últimas tres ungieron a las “Águilas”, pero los pibes tucumanos están más que dispuestos a interrumpir esa hegemonía.

“Estamos muy contentos porque vamos una jugar una final a la que desde hace tres años no podíamos llegar. Pero tenemos que corregir errores porque contra Mar del Plata se nos complicó al final. No fuimos inteligentes para manejar el partido”, sentenció Gonzalo García. “Tenemos que aprender a controlar estas situaciones porque, si bien al final ganamos, contra Buenos Aires ya nos había pasado lo mismo. Y en una final, con los nervios y todo, si no la jugás con inteligencia, la perdés“, alertó el medio scrum sobre la definición, que comenzará hoy a las 13.50, en el anexo de Córdoba Athletic. Antes, a las 10, Salta y Cuyo decidirán el 5° puesto, y a las 10.30, Mar del Plata y Rosario se disputarán el 3°.

Factor sorpresa

Repetir estrategia sería previsible, entienden en Tucumán. Por eso, y por acumulación de minutos, habrá cuatro variantes: en la primera línea ingresarán Tomás Gallo y Fabricio Navarro en lugar de Lautaro Cocina y Alejo Paliza, respectivamente. En la segunda línea, Luciano Casañas jugará en lugar de Francisco Manca mientras que Santiago Marrupe lo hará por Stéfano Fortino en la tercera línea. La línea de backs será igual a la que enfrentó a Mar del Plata.

“Estamos concentrados, muy metidos y con mucha más confianza que en el primer partido”, aseguró Gallo, y anticipó: “Buenos Aires va a salir a matar. Están acostumbrados a jugar finales y seguramente será una ‘masacre’, pero a nuestro equipo lo veo muy seguro”.