La Lobesia botrana es una plaga que ataca principalmente el cultivo de vid, por ello se la conoce comúnmente como “la polilla de la vid”. Es una plaga de importancia cuarentenaria para la Argentina, que se encuentra bajo control oficial. Produce daños directos provocando pérdidas en los volúmenes de producción, menor rendimiento por planta, afectando, además, la calidad de la fruta tanto para consumo en fresco como para vinificación. Por todo esto, pone en riesgo la competitividad del sector y puede generar crisis en las economías regionales.

La plaga estuvo ausente en Sudamérica hasta el año 2008, cuando el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) de Chile la detectó en su territorio. Por tal motivo, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) declaró el alerta fitosanitaria e implementó un conjunto de medidas de prevención.

Como parte de estas medidas se implementó una red oficial de monitoreo, con trampas específicas de atracción sexual distribuidas a lo largo de las principales zonas productoras de vid del país.

Estas acciones de vigilancia son coordinadas por el Senasa y se implementan con Organismos Fitosanitarios Provinciales y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

Verificaciones

Como resultado de las acciones del sistema oficial de vigilancia de la Dirección Nacional de Protección Vegetal del Senasa, en febrero de 2010 se detectaron, en trampas, ejemplares adultos de la “polilla” en dos predios próximos a la localidad de Maipú, Mendoza. Por tal motivo, se intensificó la red de vigilancia, con el objeto de delimitar su dispersión. Se declaró la emergencia fitosanitaria mediante la Resolución Senasa Nº 122/2010 del 3 de marzo de 2010, con el objetivo de contener y controlar la plaga Lobesia botrana. Posteriormente, se establecieron medidas para contener y reducir la plaga y se intensificaron las acciones de fiscalización a campo.

Con el inicio de la campaña 2010/11, se aprobó e implementó el Programa Nacional de Prevención y Erradicación de Lobesia botrana conforme a lo resuelto por la Resolución Senasa Nº 729 del 2010. Toda la provincia de Mendoza, y algunas localidades de San Juan, se encuentran declaradas como “zonas cuarentenadas” por la presencia de la plaga.

Detecciones

A mediados de marzo, se produjeron detecciones tempranas de Lobesia botrana en la localidad de Cafayate, en la provincia de Salta.

Estos descubrimientos fueron posibles por la actividad del Programa Nacional de Prevención y Erradicación de la Lobesia Botrana, establecido por la Resolución Senasa Nº 729/2010, que dispuso un sistema de vigilancia para la detección precoz de la plaga.

Esta situación puso en alerta a los productores de los Valles Calchaquíes. Es por eso que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) reforzó los controles en las zonas no afectadas por la plaga.

En la región de los Valles Calchaquíes de Tucumán y Catamarca está establecida una red de trampeo desde el 2011. Agentes de la regional NOA Sur de Senasa revisaron las 210 trampas del tipo “delta pegamentosa” ubicadas en plantaciones de vid y arándanos para detectar, en forma temprana, la presencia de la plaga.

Esta red de monitoreo abarca los valles productivos como Tinogasta, Fiambalá, Belén, Andalgalá, Pomán, Valle Central de Catamarca, Santa María, Colalao del Valle, Amaicha del Valle y el Pedemonte tucumano, siendo toa esta región una amplia zona que se debe cuidar.

Profesionales y monitoreadores del Centro Regional NOA Sur del Senasa verifican quincenalmente la operatividad y el estado de las trampas instaladas, y hasta el momento los resultados del monitoreo son negativos.

Dado que el arándano es un hospedero de esta polilla, en 2014 el Senasa instaló 24 nuevas trampas en plantaciones de ese fruto en las localidades tucumanas de Famaillá, Monteros, Chicligasta y La Cocha y en la catamarqueña Alijilán, en el marco de las acciones de monitoreo preventivo sin que, a la fecha, se haya detectado aun la presencia del insecto.