Si en la conferencia de prensa pos derrota ante Gimnasia, Pablo Lavallén intentó mandar un mensaje a los jugadores puede estar seguro que llegó. “O tengo que revisar mi mensaje (futbolístico) para ver si es el correcto o no les llega a los jugadores”, sostuvo el entrenador y las palabras no pasaron desapercibidas en el vestuario.
“No entiendo porque dijo eso. Somos grandes y al mensaje lo tenemos grabado. No están saliendo las cosas en los últimos partidos pero al mensaje lo tenemos”, le comentó Guillermo Acosta a LG Deportiva. El “Bebé” dijo no estar de acuerdo con el entrenador.
El jugador cree, en todo caso, que el mensaje se entiende pero que no siempre puede ejecutarse correctamente. “Nos pide movimientos en la cancha que sabemos cuales son pero por falta de concentración o errores a veces no salen”, agregó el volante.
“Los jugadores se han acostumbrado a jugar de una manera y están muy arraigados a ella. Entonces, si los resultados no se dan rápido vuelven a las viejas formas”, fueron otras de las palabras de Lavallén en alusión a los dos años de Juan Manuel Azconzábal en el club.
El volante sigue jugando como doble cinco pero admite que Lavallén pretende algo más de él. “Ahora me piden que llegue más al área, que acompañe al nueve. Son determinados movimientos que tenía mecanizados. Algo normal para mí, pero que hacía mucho que no los practicaba”, explica Acosta.
Pero Acosta no es el único que se expresó. Todas las posturas de los jugadores salieron a flote en una reunión que tuvo el plantel con el cuerpo técnico luego del partido con el “Lobo”. “Fue para ver como pensaba cada uno, una reunión productiva”, señaló Ignacio Canuto, quien tampoco coincide con los dichos de Lavallén.
“El mensaje de Pablo sí se entiende. Tampoco es muy diferente a lo que veníamos haciendo nosotros. Es más, creo que el club buscó un perfil de entrenador parecido (a Azconzábal). Por ahí nos cuesta llevarlo a cabo pero el mensaje se entiende”, aclaró el defensor.
Según el jugador, que arrastra una lesión en el empeine, algo que lo tiene preocupado (“el dolor no se me va”, admitió), el partido contra el “Lobo” no fue tan malo como para toparse con esas conclusiones. “Lo considero un partido bueno en el que Gimnasia supo controlarnos en los últimos metros”, aseguró y también dejó su mensaje. “Fue muy difícil conseguir lo que conseguimos y es mérito propio de este plantel”.
Atlético se entrenó ayer en el complejo de Ojo de Agua y pese a que no hubo muchas modificaciones de nombre (ver nota aparte “‘Pulguita’ por Molina...”) se espera un cambio conceptual ya sea del cuerpo técnico o de los jugadores para el próximo partido. El “Decano” volverá a ensayar hoy, a las 10, en el mismo lugar.
Las palabras de Pablo Lavallén el viernes, después de la derrota contra Gimnasia, hicieron pensar que realizaría varios cambios. Sin embargo, el entrenador sorprendió en la práctica de ayer al realizar sólo uno: Luis Rodríguez por Emanuel Molina.
El delantero se recuperó de una lesión (dolores en su tobillo) y acompañaría a Fernando Zampedri en la delantera el viernes, a las 21.15, contra Rosario Central.
El equipo formó así: Cristian Lucchetti; Leonel Di Plácido, Ignacio Canuto, Enrique Meza Britez y Fernando Evangelista; Rodrigo Aliendro, Nery Leyes, Guillermo Acosta y David Barbona; Rodríguez y Zampedri.
Bruno Bianchi, que cumplió la fecha de suspensión, descansará y reaparecería ante Wilstermann.
La delegación que viajará hoy a las 16 a Buenos Aires y luego a Rosario se completa con Josué Ayala, Mauricio Rosales, Jairo Palomino, Leandro González, Molina, Favio Álvarez y una sorpresa: Gonzalo Ontivero.
Durante el viaje, Atlético conocerá su rival de la Copa Argentina.