Hay que buscar, buscar y seguir buscando la explicación. El empate ante Instituto dejó una sensación que se repite: San Martín es un equipo en un tiempo y otro muy distinto en el otro. “No sé por qué hay tanta diferencia. Hay que analizarlo porque es muy notorio”, fue sincero Diego Cagna, ante la consulta del pronunciado bajón.
Ante los cordobeses, el “Santo” fue pecador compulsivo y no aprovechó las fallas de Instituto. Lo pagó con dos puntos que, a esta altura, en la puerta de la zona roja de la tabla de promedios, es un precio altísimo. Sin embargo, Cagna está en alerta más por lo que se ve en el campo de juego que por la posición del equipo en las dos tablas. “Me preocupan esos altibajos. Sólo eso. Quedan 20 fechas y confiamos que el equipo va a mejorar, pero hay que solucionar esos altibajos”, insistió.
El análisis del ex jugador de Boca fue coincidente con el pensamiento de los miles de hinchas que coparon La Ciudadela. Pese a que el “Santo” sumó su cuarto partido sin ganar, el equipo se retiró aplaudido. Pero es notorio que la paciencia de los hinchas comienza a agotarse.
“Hicimos un muy buen primer tiempo y tendríamos que haber tenido una diferencia mayor en el resultado. En el segundo,no jugamos de la misma manera. Así y todo, hasta el penal, no habían llegado al arco”, analizó el DT.
Cagna tuvo que “meter mano” obligada, ya que tanto el ingreso de Diego Bucci por Matías García y el de Rolando Serrano por Esteban Goicoechea fueron por cuestiones físicas. “Lo de Goicoechea fue un calambre. García tiene una contractura y está más complicado”, explicó el entrenador.
Un reordenamiento de piezas para visitar a Chacarita no es la situación ideal si se tiene en cuenta lo que busca el “Santo”. “Tenemos que ser un equipo que posea regularidad. Ir partido a partido, en cada uno ser mejor y eso no lo estamos logrando”, concluyó Cagna.
Le tocó jugar desde el inicio debido a la lesión de Gonzalo Rodríguez. Y aunque cumplió con lo que se esperaba de él, Mauro Quiroga (foto) no estaba conforme. Por el contrario, estaba enojado y no intentaba disimularlo. “(Siento) mucha bronca; sobre todo por lo que hicimos durante el primer tiempo: fuimos muy superiores al rival, y lamentablemente no pudimos irnos al descanso con un marcador más amplio a nuestro favor”, sostuvo el delantero.
Tanto enojo no resulta fruto de un solo partido, sino de la acumulación de sinsabores: de los últimos 21 puntos, San Martín sumó cuatro. “Venimos en racha negativa y estamos buscando la forma de salir. Hicimos un primer tiempo fenomenal. Pero no pudimos ampliar la diferencia. Y en el complemento hicimos todo mal”, se lamentó.
Más allá del resultado desfavorable, la dupla delantera integrada por Quiroga y por Ramón Lentini funcionó. El primero salió un poco del rol de centrodelantero, y hasta asistió al misionero en el gol. “Trabajamos muy bien en la semana, hablamos mucho, nos apoyamos”, explicó. Sobre su pase gol añadió: “el equipo está por encima de todo y entendí que mi compañero estaba en mejor posición”.
Aunque precisó que faltan muchos partidos, dejó en claro que desea que el “Santo” abandone la sequía con urgencia. “La idea es salir de esto lo antes posible. Debemos empezar a sumar, pero no tengo dudas de que este equipo saldrá adelante, por temperamento y personalidad; por el club, por los hinchas”, señaló.