A las cinco de la madrugada de ayer, los 20 detenidos en la comisaría 11° comenzaron a golpear las puertas de las celdas y a exigir la presencia del jefe de la seccional. “Va a arder todo el edificio, no tenemos miedo a nada”, juraron. Por este motivo pronto llegaron al lugar efectivos del 911, Infantería de la Regional Capital, el Grupo CERO y bomberos.
Una hora después del comienzo de la revuelta, se abrieron las rejas porque desde afuera notaron que os presos iniciaron un incendio. Mientras Infantería reducía a los presos, los bomberos ingresaron y apagaron las llamas.
Todos los detenidos fueron llevados hasta la cocina del edificio. Fuentes policiales confiaron que el más nervioso era “Spiri”, el barrabrava que tiene consigna policial en su casa porque es enemigo del Clan Ale. Se encuentra detenido por orden del fiscal Washington Navarro Dávila, ya que se sospecha que habría disparado a dos hombres en Matienzo al 800, luego del partido que San Martín jugó con Banfield en febrero. Si bien la familia de los heridos lo negó, los investigadores sospechan que se trataría de una interna de una facción violenta.
Cuando se le preguntó por su estado de nerviosismo, “Spiri” argumentó que un guardia de la dependencia le había cobrado dinero a su esposa para pasarle comida a deshora y permitirle una visita fuera de regla. Según consta en los documentos oficiales de la Policía, el detenido dijo que el policía no había cumplido con su promesa. Desde la Justicia se ordenó el traslado del detenido y la aprehensión del agente al que había acusado con nombre y apellido.
La fiscalía ordenó, además, una requisa de la celda. Allí se encontraron dos teléfonos celulares debajo de los colchones, mientras que en unas bolsas hallaron un encendedor y una punta carcelaria de unos ocho centímetros.
Todos los presos volvieron a la celda, salvo uno que denunció que el personal policial le había golpeado la mano cuando irrumpieron para apagar el fuego. Fue trasladado al Centro de Salud, donde se dictaminó que sólo tenía una luxación y que estaba fuera de peligro.