Jueces subrogantes sí, concursos múltiples para acelerar la designación de jueces en propiedad no.

Fernando Juri, Javier Pucharras y Silvia Rojkés, los legisladores oficialistas y consejeros que promueven la reforma al régimen de sustitución de magistrados, anunciaron que “no iban a acompañar” una iniciativa del Consejo Asesor de la Magistratura (CAM) para recuperar la facultad de acumular varias vacantes judiciales en un sólo proceso, modalidad que aplicó en su primer año de funcionamiento y que cesó en 2010 como consecuencia de la ley que obliga al órgano a celebrar un concurso por cargo.

Pese a la posición de los legisladores alineados con el Gobierno, el 7 de marzo los restantes consejeros decidieron elevar a la Legislatura la propuesta de concursos múltiples que habían elaborado los jueces de la capital, Carlos Caramuti y José Dantur.

“Los consejeros legisladores por la mayoría parlamentaria (Juri, Pucharras y Rojkés) manifestaron que habían presentado con anterioridad un proyecto de ley de subrogancias y que, en virtud de ello, no podían acompañar en esta oportunidad la propuesta que estaba en debate”, expresa el acta de la sesión aprobada esta semana.

Ese documento indica que la iniciativa recibió el aval del presidente Daniel Posse; de José Adle y Jorge Conrado Martínez (letrados de la capital); de Raúl Fermoselle (juez del sur), y de Fernando Valdez y Raúl Albarracín (legisladores de la minoría). Martín Tello, consejero titular por los abogados del sur, manifestó que adhería a la propuesta de Caramuti y de Dantur con una disidencia parcial. Según su criterio, los concursos múltiples debían ser para el futuro y no aplicables a los ya convocados, salvedad que no fue acogida puesto que el texto remitido al Poder Legislativo autoriza a aplicar el mecanismo a los procesos abiertos en el presente.

Alternativas

Los proyectos de subrogancias y de concursos múltiples ofrecen soluciones distintas al mismo problema: los más de 75 cargos judiciales pendientes de cobertura (representan más del 20% del plantel provincial de jueces, fiscales y defensores oficiales).

Mientras que la propuesta de Juri, Pucharras y Rojkés autoriza al Poder Ejecutivo a elegir jueces precarios -sin estabilidad, pero con la remuneración atinente al cargo judicial en cuestión- por un plazo determinado a partir de las listas de aspirantes que elabore el CAM, la de Caramuti, Dantur y los restantes consejeros pretende acelerar las coberturas mediante la designación de magistrados propiamente dichos. Jueces subrogantes y concursos múltiples no serían incompatibles, puesto que los primeros podrían ejercer sus funciones hasta que concluyan los segundos con la elevación de la terna correspondiente al Gobierno.

El “no” verbalizado

El proyecto de ley enviado al Poder Legislativo es producto de un debate que se remonta casi a los inicios de la gestión actual del CAM (fines de 2015), y que se intensificó a partir de la sanción de las leyes que crearon numerosos juzgados, tribunales, fiscalías y defensorías nuevas. Sólo en diciembre, la Legislatura añadió 32 cargos a los fueros laboral, en lo contencioso administrativo y de violencia doméstica. Estos, que aún no han sido llamados a concurso, se unen a las 45 oficinas en vías de cobertura en el CAM.

“Por ambas situaciones es significativa la cantidad de vacantes que deben ser cubiertas con la debida intervención del Consejo Asesor de la Magistratura, organismo que -a los fines de acompañar las decisiones tomadas en pos de mejorar el servicio de justicia- debe implementar trámites ágiles, evitar demoras injustificadas, y procurar que la innecesaria reiteración de procedimientos formales constituyan un impedimento”, dice la exposición de motivos de la propuesta de concursos múltiples.

El mecanismo solicitado ha de ser usado en los supuestos en los que haya más de una vacante de igual materia, grado y jurisdicción. En tal caso, el CAM debería añadir a la terna que envía al PE un nombre más por cada cargo adicional, de modo que el gobernador Juan Manzur disponga siempre de tres opciones por despacho. Así, por ejemplo, si hubiese en juego cuatro juzgados de primera instancia en lo Contencioso Administrativo para la capital, el Consejo debería mandar al Gobierno seis nombres en función del orden de mérito: una vez elegido el postulante para cubrir la primera vacante, automáticamente la segunda terna se integraría con el siguiente postulante adicional y así sucesivamente hasta concluir con la cobertura de la totalidad los cargos concursados en el proceso múltiple. Si no hubiese cantidad de postulantes suficientes en condiciones de integrar el terceto, el CAM podría declarar parcialmente desierto el concurso y volver a sustanciarlo respecto de las oficinas acéfalas.

En febrero, Posse, el presidente del Consejo, dijo que había que incorporar la herramienta de los concursos múltiples y ensayó una explicación para la demora en solicitar la reforma legal respectiva. “Noto una resistencia en los consejeros de la Legislatura, que no parecen muy convencidos pese a que ellos conocen la necesidad y que nos permitiría ahorrar dinero. Pero tampoco nos dicen que no”. Un mes después, Juri, Pucharras y Rojkés, los consejeros que impulsan las subrogancias externas, rompieron el statu quo y dejaron al proyecto de los concursos múltiples sin su acompañamiento.