HONOLULÚ/NUEVA YORK.- El juez federal Derrick Watson suspendió ayer, temporalmente, el nuevo veto migratorio decretado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tras escuchar los argumentos de las autoridades de Hawai, el primer Estado que desafió la medida, y a sólo horas de que la prohibición contra refugiados y ciudadanos de países de mayoría musulmana comenzara a regir: hoy entraba en vigencia.
El nuevo decreto de Trump mantenía el veto para ingresar a EEUU para todos los refugiados por 120 días; y fijaba una prohibición de tres meses para los ciudadanos de seis países de mayoría musulmana: Irán, Somalia, Sudán, Siria, Yemen y Libia. A diferencia del veto anterior, esta vez Trump había decidido exceptuar a Irak, país aliado de Washington después de la invasión estadounidense de 2003 y la ocupación militar hasta 2011.
En la audiencia de ayer en Hawai, los abogados del gobierno de ese Estado argumentaron que la nueva medida, igual que la anterior, seguía siendo inconstitucional porque atenta contra la libertad religiosa protegida en la primera Enmienda de la Constitución.
Según explicaron, es evidente que el decreto se dirige específicamente contra los musulmanes.
Los representantes del gobierno de Hawai también sostuvieron que la medida de Trump dañaría al turismo en la isla y al sector empresarial y universitario, ya que impediría reclutar personal extranjero.
Por su parte, los abogados del Gobierno argumentaron que el Presidente tiene capacidad para determinar la política migratoria del país y que los argumentos de Hawai son solo “especulaciones”.
Mientras, el juez federal en Maryland, Theodore D. Chuang, escuchaba los argumentos de la administración central y de organizaciones defensoras de los refugiados por el mismo tema y se aprestaba a emitir un dictamen. (Télam)