BUENOS AIRES.- El ex jefe de Inteligencia y ex secretario general de la Presidencia Oscar Parrilli desmintió hoy que durante el gobierno de Cristina Fernández se haya ordenado apretar jueces, tal como surge de una nueva escucha telefónica aparecida en las últimas horas, y sostuvo que se trata de una conversación privada donde utilizan términos propios de una relación personal.
En ese sentido, recordó que ya hizo una denuncia penal contra quienes supuestamente filtraron las conversaciones telefónicas mantenidas con la ex presidenta y advirtió que "es el Poder Ejecutivo actual el que aprieta jueces".
"Se trata de una conversación privada. En una conversación privada, uno utiliza términos propios de las relaciones personales. Cuando ella dice 'apretar', estamos haciendo lo que siempre hicimos, que es reclamar a los jueces que investiguen a Stiuso", explicó.
En declaraciones a radio Rivadavia, Parrilli contó que el kirchnerismo presentó unas seis denuncias contra el espía Antonio Stiuso e insistió con que lo que hacían en esa charla era reclamar y exigir que esas causas tuvieran algún resultado.
De acuerdo a nuevas conversaciones privadas reveladas en el canal América TV, realizadas el año pasado, Cristina Fernández le pidió a Parrilli "salir a apretar a los jueces" que tenían causas contra Stiuso para que las agilicen.
Parrilli advirtió que las escuchas son utilizadas "para seguir adelante contra esta campaña de desprestigio y persecución contra la Presidenta (sic)", y recordó que cuando se difundieron meses atrás la primera tanda de escuchas, denunció a quienes cree que son los responsables de las filtraciones.
"En primer lugar, el juez (Ariel) Lijo o algunos de sus secretarios. En segundo lugar, desde (el juez Ricardo) Lorenzetti, toda la cadena de mando de la Dirección de captaciones de telecomunicaciones de la Corte Suprema. Y en tercer lugar, (Gustavo) Arribas y (Silvia) Majdalani, los titulares de la AFI, que son los que efectivizaron las escuchas. Ellos son contra quienes he accionado denunciándolos por este delito que, lo más grave, se sigue cometiendo", aseveró.