BUENOS AIRES.- El mensaje fue muy claro desde que culminó la temporada anterior, la primera en el Súper Rugby: si en 2016 el objetivo de Jaguares era aprender, en 2017 será mejorar. Y aunque todavía falta un largo camino por recorrer, el breve tramo que ha recorrido la franquicia argentina hasta aquí invita a pensar que así será.

Tras la buena imagen que dejaron la semana pasada, pese a perder con Stormers, los conducidos por Raúl Pérez tuvieron el mejor debut de local posible. Vencieron de manera inapelable por 34 a 24 a Lions, subcampeón del año pasado, en lo que fue sin dudas uno de sus mejores partidos desde que ingresaron al Súper Rugby. El tucumano Nicolás Sánchez fue uno de los puntos más altos del equipo, aportando 21 puntos (un try, dos conversiones y cuatro penales). El ex Lince, Ramiro Moyano, fue otro de los que asestó la guinda en el ingoal, al igual que Santiago Cordero y Jerónimo de la Fuente.

Es sabido que para tener posibilidades de vencer a equipos de tal calibre (más allá de que Lions haya resignado a varios titulares por lesión), es necesario jugar con dinámica y audacia. Y los Jaguares lo hicieron fabricando y explotando los espacios que dejaba la defensa sudafricana y generando penales que “Cachorro” se encargó de transformar en puntos.

Pese a algunos errores puntuales sobre los que se debe seguir ajustando tuercas, como la indisciplina y las infracciones, el rendimiento de los Jaguares se mantuvo en un alto ritmo durante la parte complementaria. “El equipo empezó a dominar y a disfrutar porque se sentía muy cómodo. Se notaba en las caras de todos, dentro de la cancha, que estábamos disfrutando”, destacó el tucumano Matías Orlando. (Especial)