Atlético vive un sueño del que no quiere despertar y sus hinchas tampoco. Por eso completaron las tribunas del Monumental y le dieron otro recibimiento estruendoso al equipo que conduce Pablo Lavallén y que ayer debutó en la fase de grupos de la Copa Libertadores de América, nada menos que con un empate ante Palmeiras, el campeón de Brasil.