“Esta es una canción de primera A”. Así llama Cecilia Paliza a “Ni una menos, ni una más”, por la trayectoria de todos los que intervienen en el single (entre ellos, Predacino, productor y Hernández, pianista y compositor de Abel Pintos). Es una producción independiente. Hoy, a las 11, se la escuchó y se vió el videoclip en estreno en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, en el marco de la celebración del Día de la Mujer. A las 12, ya en la explanada, Paliza cantó en vivo. Intervinieron las mujeres destacadas de la cultura y del periodismo que actuaron en el video y cerrará un ballet femenino de malambistas. “Necesitaba cantar algo que enseñara. En este caso es un mensaje de concientización para la sociedad, para que se termine con la violencia machista”, expresa.
Al mismo tiempo Paliza, que canta desde los cinco años, tiene motivos para celebrar. “Tengo 40 años en escenarios del país”, dice, porque empezó con su padre, el “Chango” Paliza.
Al don de su voz suma práctica diaria en Tucumán y entrenamiento con coach vocal en Buenos Aires. También la pasión por la docencia de técnica, a muchos alumnos. De su canto dice: “para mí el tema es la interpretación. Amo y respeto todos los estilos musicales. Lo que elijo primero es el texto”. Será por eso que siempre vuelve a cantar, a pedido, covers que ya hizo propios en su estilo. Ella le da con el gusto a su público, y a sí misma: “disfruto de cada presentación como la primera vez”.
Ni una menos, ni una más
Yo soy mujer, soy la semilla que da la vida con tanto amor
Amanecer, que cuida el sueño y a sus pequeños les da calor.
Yo soy mujer, aquella ceniza que ardió sumisa alguna vez,
pero hoy es hoy y ya se acabó, debes entender.
Que soy mujer, el primer pecado ya lo he pagado, lo sabe Dios.
Y tanto que le dio a María, su amada cría, la salvación.
Yo soy mujer, me gané el derecho poniendo el cuerpo y mucho más,
pero hoy es hoy y ya se acabó tanta impunidad.
Ya no me trates mal.
No te lo permito mi voz es grito de libertad,
se apagó el silencio, ya no hay secretos para guardar,
puede ser tu madre o ser tu hija, debes pensar.
Ya no me trates mal.
No hay sentimientos si no hay respeto, es la verdad.
Una bofetada, una palabra, duelen igual,
y por eso canto ni una menos ni una más
Oye mujer, no te sientas sola
llegó la hora hay que despertar.
Hoy puedes ver un nuevo día y tus heridas van a sanar.
Oye mujer, aún estás a tiempo para el tormento dejar atrás,
porque hoy es hoy y eres flor que renacerá.
Letra: Néstor González. Arreglos y guitarra: Marcelo Predacino. Piano: Fredy Hernández. Batería: José Colzano. Cuerdas: músicos de la Filarmónica y del Colón. Coros: Guadalupe Farías Gómez y Néstor González.