La audiencia de ayer, en el juicio que se sigue contra el “Clan Ale” por presunta asociación ilícita y lavado de activos, se abrió con una serie de reclamos de las defensas. A la comunicación de que uno de los imputados estaría ausente en el debate debido a un problema de salud, le siguió toda una lista de denuncias por parte de los abogados defensores.

En primer lugar, el defensor oficial Ciro Lo Pinto informó que su representado, el imputado Carlos Ocampo, continúa internado en el Centro de Salud desde la semana pasada y se analiza la posibilidad de amputarle un dedo del pie. “La salud de mi defendido es muy precaria; sufrió tratos inhumanos y degradantes por parte de la custodia del Servicio Penitenciario provincial”, denunció Lo Pinto.

Ese fue el pie para que varios defensores más expusierasn situaciones similares. Es el caso de Víctor Taleb, abogado de Ángel “El Mono” Ale, quien aseguró: “el Servicio Penitenciario ha reducido a la servidumbre a nuestros defendidos”, y le pidió a la presidenta del tribunal, Alicia Noli, que se presente en el penal de Villa Urquiza para dar fe de esa situación. Su codefensor, Cergio Morfil, agregó que Ale padece de alergia medicamentosa y pidió que se le permita su internación en un sanatorio privado.

También se quejó Carlos Varela Soria, defensor de María Jesús Rivero, quien expuso que la mujer no recibe un tratamiento psicológico ni psiquiátrico adecuado desde que la trasladaron desde Güemes hacia el servicio penitenciario local.

Los primeros en sentarse frente al tribunal fueron los imputados César Marcelo Manca y Hernán “Memo” Lazarte. Si bien ambos negaron pertenecer a una asociación ilícita, prefirieron no prestar declaración por lo que se incorporaron mediante lectura sus testimonios brindados durante la instrucción.