LA RIOJA.- De saco y corbata, entró al móvil de la Policía Federal que lo esperaba en una de las salidas de los Tribunales Federales riojanos. Apenas tocó la calle, llovieron sobre el vehículo los cánticos y los gritos de “¡asesino!”. Esas fueron las primeras imágenes del ex jefe del Ejército César Milani detenido por delitos de lesa humanidad, difundidas por la tarde por el diario local “El Independiente”.
Durante el mediodía de ayer el juez Daniel Herrera Piedrabuena dictó la prisión preventiva y ordenó el traslado del imputado a dependencias del Servicio Penitenciario de esa provincia.
Tres días después de haber declarado en Tucumán por el caso “Ledo”, el ex funcionario militar kirchnerista se presentó en La Rioja para cumplir con una audiencia indagatoria por los secuestros de Pedro Olivera y de su hijo Ramón Olivera (en 1977) y de Verónica Matta (en 1976).
La defensa de Milani, encabezada por Gustavo Feldman, pidió la excarcelación, pero el juez se la negó. El rumor sobre la posibilidad de la detención corría desde hace días en los pasillos de los Tribunales Federales.
Los casos
En el caso Olivera, se sospecha que Milani participó de los operativos en los que fueron secuestrados padre e hijo. La madrugada del 12 de marzo de 1977, de acuerdo la denuncia, un grupo armado irrumpió en la casa familiar ubicada en el barrio Ferroviario. Los testimonios señalan que quien daba las órdenes era Milani. Se llevaron a Pedro al IRS (Instituto de Rehabilitación Social), lugar donde -paradójicamente- ahora permanece detenido Milani. Reapareció tirado en una alcantarilla.
La liberación fue simultánea a la detención de su hijo Ramón, el 14 de marzo. Este se encontraba trabajando en la Dirección de Obras Públicas. Dos militares se lo llevaron de allí. También fue alojado en el IRS, donde fue torturado, según relató. Estuvo preso durante cuatro años y siete meses.
El otro expediente en el que está involucrado Milani tiene como víctima a Verónica Matta. El 16 de julio de 1976 la sacaron de su casa. Tenía 17 años. La joven se desempeñaba entonces como delegada de su promoción, en el Colegio Normal. Su padre, abogado, relató que antes de que la subieran a un automóvil preguntó cuál era el destino. Identificó al militar que le respondió como Milani. Estuvo recluida en el IRS y después de ser interrogada, pasó a ser presa política.
Organismos de derechos humanos riojanos advirtieron que estaba mencionado en el “Nunca Más” riojano (informe elaborado por una comisión especial cuando retornó la democracia) y en juicios de lesa humanidad que se sustanciaron en esa provincia.
Además de las causas iniciadas por su presunto accionar en los 70, Milani se enfrenta a una investigación por supuesto enriquecimiento ilícito.
El ex militar fue designado jefe del Ejército en 2013 por la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, pese a la oposición y denuncias de organismos de derechos humanos y de sectores disidentes. Se retiró en 2015.
“Nuncá maté”
El año pasado, al hablar del caso Olivera, Milani negó haber estado en el lugar de los hechos y denunció una persecución política por su afinidad con el kirchnerismo. “Los subtenientes no participábamos de los procedimientos y mucho menos los comandábamos. De 15 oficiales subalternos que había en La Rioja no hay nadie procesado o investigado, salvo yo”, afirmó. En otra entrevista, aseguró: “nunca torturé, nunca secuestré, nunca maté”. “Es sorpresiva y arbitraria la decisión”, consideró otra de las defensoras del ex militar, Mariana Barbitta en Radio Viva. Adelantó que apelarán la detención. Expresó que le llama la atención que los medios estén enfocados en la detención, en lugar de “ver cuestiones como el Correo o los jubilados”. “Esto excede lo jurídico, parece que las cosas no están corriendo por ese carril”, deslizó. (Especial)
Un especialista en inteligencia afín al proyecto "K"
Uno de los militares afectados al Operativo Independencia. El primer especialista en inteligencia que condujo el Ejército. Un funcionario del riñón kirchnerista. El socio del ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno en una panchería. Todo esto puede decirse sobre César Santos Gerardo del Corazón de Jesús Milani. El ex jefe del Ejército (2013-2015) fue una de las figuras más controvertidas del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Milani nació en Cosquín (Córdoba), en 1954. Llegó al grado máximo del Ejército, teniente general, en el año 2013, después de haber sido designado Jefe de Estado Mayor General.
Ingresó al Colegio Militar en 1972 y luego de su egreso como subteniente de ingenieros, en 1975, fue destinado al Batallón de Ingenieros de Construcciones en La Rioja. Un año después, el Ejército lo desplazó “en comisión” al Operativo Independencia, al sur de nuestra provincia. Más tarde, ya durante la dictadura, volvió a La Rioja hasta 1978. De esa época, provienen las acusaciones que hay en su contra por delitos de lesa humanidad.
En 1983 cursó estudios en la Escuela de Inteligencia, de donde egresó como oficial de esa especialidad. Fue agregado militar en Perú y subdirector de la escuela Superior de Guerra.
En el año 2007, ya siendo coronel, quedó a cargo de la subdirección de Inteligencia del Estado Mayor del Ejército y a fin de ese año saltó al generalato. En 2008, fue nombrado director general de Inteligencia y cuando llegó a la Jefatura del Estado Mayor, en 2011, fue el primer oficial de esa rama en alcanzar tal posición.
Tras su polémico ascenso a teniente general en 2013 por sospechas de crímenes de lesa humanidad, Milani quedó expuesto por su posición política “nacional y popular” cercana al kirchnerismo y fue acusado de montar para el gobierno nacional una “SIDE paralela”.
Al respecto, la diputada Elisa Carrió lo involucra habitualmente como “partícipe necesario” en la muerte del fiscal Alberto Nisman.
Su figura fue defendida en varias oportunidades por la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.
En septiembre, afirmó que estaba buscando un espacio político peronista en el que poder militar. Había aclarado, sin embargo, que no tenía interés en ser candidato en las elecciones legislativas que se celebrarán este año.
En diciembre, el juez federal Daniel Rafecas lo procesó por enriquecimiento ilícito y le trabó embargo hasta cubrir la suma de cinco millones de pesos, al entender que no pudo justificar sus bienes en relación a sus ingresos.
Tras su retiro, el ex militar incursiona por estos días en emprendimientos comerciales. En uno de ellos es socio de Moreno. Se trata de una cadena de pancherías llamada “Tío Tola”, en la provincia de Buenos Aires. Moreno afirmó que abrirían sucursales en todo el país.
Caso Ledo
El ex jefe del Ejército se quebró y negó haber encubierto la desaparición de un conscripto
El martes César Milani llegó y se fue sin ser visto de los Tribunales Federales tucumanos. Declaró durante tres horas y media frente al juez Fernando Poviña y el fiscal Carlos Brito. Nervioso y quebrado, afirmó que nunca conoció a la víctima del caso: el joven riojano desaparecido Alberto Ledo. El ex militar está imputado (junto a su ex jefe Esteban Sanguinetti) por presunto encubrimiento de la desaparición del soldado y por supuestamente haber introducido datos falsos en el acta de deserción. Poviña tiene hasta fin de mes para decidir su procesamiento. La familia Ledo esperaba que quedara detenido.
Presunto enriquecimiento
No pudo justificar cómo compró una lujosa casa en San Isidro
El juez federal Daniel Rafecas procesó en diciembre a César Milani por enriquecimiento ilícito y le trabó embargo hasta cubrir la suma de cinco millones de pesos, al entender que no pudo justificar sus bienes en relación a sus ingresos. La misma medida se tomó con el militar Eduardo Barreiro, como un presunto testaferro. Milani quedó bajo la lupa de la justicia federal porteña por la compra -en junio de 2010- de una lujosa casa en el barrio La Horqueta, en San Isidro. Como el valor de la propiedad era superior a sus ingresos, se sospecha que fraguó un supuesto préstamo con Barreiro.
Coletazos
“Profundamente conforme”
Verónica Matta, víctima en uno de los dos casos contra César Milani, se mostró sorprendida por la decisión del juez. Declaró estar “profundamente conforme con la decisión, a pesar del tiempo que ha llevado y las dilaciones que Milani planteó permanentemente”. Reflexionó: “no importa cuánto poder tengas y cuánto puedas eludir la responsabilidad de tus acciones, las condiciones maduran y la fruta cae, tan simple como eso”.
“Democracia enferma”
Nora Cortiñas, titular de la línea fundadora de Madres de Plaza de Mayo, calificó a Milani como “un general de la democracia enferma” y recordó que “en mi último hábeas corpus que hice por mi hijo Gustavo, involucré a Milani porque él era un oficial de inteligencia y quería saber si sabía algo de mi hijo”. Celebró su detención y afirmó no tener dudas de su participación en los casos investigados. “Tiene que estar preso porque la desaparición forzada de personas es el crimen de crímenes, que no prescribe, no es amnisitiable y costó mucho trabajo para poder llevar a los juicios”, concluyó.
“Sin privilegios”
Marcela Ledo, hermana del desaparecido Alberto Ledo, celebró la detención y consideró que ayudará a la causa que lleva adelante. “Alfredo Olivera es un compañero que nunca nos dejó solas, nos acompañó en todos los momentos”, dijo.
Defensa de Moreno
Guillermo Moreno, ex secretario de Comercio Interior, amigo y socio de César Milani, pronunció una tibia defensa. “Supongamos que Milani está bien detenido, ¿y Magnetto cómo está libre? Hay algo acá que nos hace pensar. Pero las familias de los soldados merecen todo mi respeto”, dijo.
“Muchos riojanos fueron víctimas”
Ramón Alfredo Olivera, otra de las víctimas que acusó a César Milani, permaneció ayer en los Tribunales de La Rioja. Se mostró emocionado al conocer la detención. “Mi padre (también víctima del caso) podría haber declarado, pero el expediente dormía por las leyes de punto final y obediencia debida. Podría haber sido un testimonio incomparable”, lamentó el denunciante. “Tengo un montón de sensaciones por todo lo que sufrimos como familia. Muchos riojanos han sido víctimas de los atropellos de Milani pero, por una razón u otra, no se atrevieron a denunciar”, aseguró.
En Tucumán
“Tiene que ser juzgado”
Marta Rondoletto, de Memorias e Identidades del Tucumán, consideró que las pruebas contra Milani en las causas riojanas son contundentes. “Tiene que ser juzgado como cualquiera que haya participado en el sistema represivo. La Justicia es para todos”, afirmó.
Apoyó la continuidad de los juicios por delitos de lesa humanidad y destacó que la de los organismos de defensa de los derechos humanos es una tarea que “no cesa”.
“Ningún genocida más en la calle”
“Desde que estaba en el Gobierno opinamos que si tiene que dar alguna explicación tiene que ser delante de la Justicia. Se llame como se llame, nos da lo mismo. Queremos que no haya ningún genocida en las calles. Mucho menos, en el Gobierno”, afirmó Carolina Frangoulis, de Hijos. La militante se mostró convencida de que también deberá responder por el caso Ledo: “a la larga va a terminar cayendo por ese caso y, quizás, por otros más de los que aún no se sabe”. Por otro lado, expresó que desde la agrupación esperan que su detención no sea una “bandera de oportunistas políticos porque iría contra todo lo que vienen trabajando en estos años”. Recordó que el organismo pidió cada 24 de marzo (Día de la Memoria) que Milani fuera separado de sus funciones e investigado.
“Preso tras 41 años de lucha”
“La detención de César Milani es un triunfo de la lucha inclaudicable de los familiares y de las organizaciones de derechos humanos y partidos políticos que no bajamos los brazos desde hace 41 años, para lograr que todos los genocidas vayan presos”, expresó Lita Alberstein, referente del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST). Afirmó que el ex funcionario tuvo un enorme poder e impunidad durante el anterior Gobierno. Se esperanzó en que también sea juzgado y responda por el caso del soldado desaparecido Alberto Ledo.
“Doble moral”
“Milani fue la muestra cabal de la doble moral K sobre los derechos humanos; ya que, por un lado, hubo un plan sistemático orquestado por el kirchnerismo para erigirse como paladín de los derechos humanos, y, por otro, mantuvo en lo más alto del poder a personajes siniestros como Milani”, sostuvo la senadora radical Silvia Elías de Pérez. Señaló que no sólo tuvo un accionar cuestionable durante la dictadura, sino que también “montó una red de espionaje” en democracia.