Una oficina ubicada en la planta baja del hotel donde concentra El Nacional sirve como sitio del cónclave entre los dirigentes de Atlético y ecuatorianos. La cumbre es para definir temas respecto al duelo revancha que se jugará en el estadio Atahualpa de Quito, el próximo martes, que tenían en vilo a Mario Leito y su grupo.

El buen diálogo entre ambas dirigencia posibilitó que los pedidos de la comisión directiva “decana” tengan el eco favorable. “Estuvimos ultimando detalles para lo que será nuestra visita a Ecuador. Por reglamento, la Conmebol obliga a los locales a entregarle al club visitante 2.000 localidades. Pero luego de charla, los dirigentes de El Nacional nos dijeron de que si viajan más hinchas de Atlético no tendrán ningún tipo de inconvenientes. Le venderán las entradas y los ubicarán en un sector”, explicó el mandamás “decano”, contento por un presente de lujo. “Esto es una fiesta que, seguramente, quedará grabada en la historia de nuestra institución. Nosotros hemos previsto todo para desde lo organizativo salga de la mejor manera posible”, agregó.

Las relaciones entre ambas directivas son excelentes. Desde el mismo momento en que la delegación “militar” puso un pie de Tucumán, desde 25 de Mayo y Chile hicieron todo lo posible para que su estadía en nuestra provincia sea lo más placentera posible. Claro, el resultado del juego de esta noche aparte.

“Siempre somos muy cordiales con las delegaciones que vienen desde afuera. Habíamos preparado, junto con las autoridades del Ente de Turismo, para recibirlos de la mejor manera y así fue. Le organizamos un salida por nuestra ciudad, los hicimos conocer algunas atracciones turísticas y el domingo por la noche fueron a nuestro estadio. Todo salió de acuerdo a lo previsto”, explicó Leito, destacando que esta movida es una manera de hacerle entender a los hinchas de que el fútbol es sólo un deporte. “Siempre lo dijimos. El tucumano es muy pasional, pero no deja de ser un partido de fútbol. Los dirigentes tenemos la responsabilidad de no dramatizar tanto en ese aspecto y llevarle a la gente un mensaje de que acá se puede ganar o perder y tenemos que estar preparado para cualquiera de las dos cosas”.

Mientras tanto, la delegación ecuatoriana se mostró agradecida por las relaciones que tejieron con Atlético. “Realmente fue muy productiva nuestra visita a esta ciudad. Recibimos un sinfín de cortesías, por lo que quiero dejar en claro que allá tendrán la misma reciprocidad”, explicó el General Tito Manjarrez, presidente del equipo ecuatoriano. El dirigente también bregó por una serie en la que el buen trato y las amistades estén por sobre el resultado deportivo. “Los partidos duran 90 minutos y los jugadores son los que deben competir. El resto tenemos que disfrutar del espectáculo. El fútbol muchas veces se distorsiona porque este deporte es para unir, para hermanar y para hacer amigos. Las amistades que uno hace a través del deporte son las que más duran en la vida”, expresó.

El paso de El Nacional por el “Jardín de la República” será recordado por Manjarrez debido a las atenciones recibidas “Estoy encantado con Tucumán. La gente es muy amable y no tuvimos ningún problema. Mucha gente paró en la calle y el shopping a nuestros jugadores para sacarse fotos y nos brindó mucho cariño. De esa manera, uno comienza a sentirse unido sentimentalmente con esta ciudad”, concluyó.

Atlético y El Nacional se enfrentarán sólo dentro del campo, durante 180 minutos. Afuera del terreno la rivalidad no existe. El fútbol logró unir a dos instituciones que tienen un objetivo común: comenzar a trascender más allá de sus fronteras.