Se espera que además de beneficiar a los vecinos del barrio La Costanera, mejorando sus condiciones de vida, las obras mejoren el conjunto de la ciudad y a todos sus habitantes. El objetivo más grande de estas tareas es integrar a los barrios ubicados al borde del Salí al resto del ejido urbano de la capital, escuchando las observaciones que siempre reiteran los urbanistas: la nuestra es una ciudad que ha crecido dándole la espalda a su río.
La pavimentación del barrio es un primer paso de un plan más grande. Las obras que comenzaron la semana pasada se enmarcan en el programa de recuperación y revalorización de la costanera del río Salí, según explicó en diálogo con LA GACETA Atilio Belloni, subsecretario de Obras Públicas del municipio capitalino. Las calles que se asfaltan durante estos días forman parte de la segunda etapa del plan. “Ya se hizo hace dos años la primera etapa, que era la urbanización de la ribera oeste del río Salí”, señaló el funcionario.
La nueva pavimentación -afirma Belloni- consta de una longitud de 900 metros, a los que se les suman otros 300 correspondientes al acceso. También se ejecutan obras sobre las zonas de los puentes Ingeniero Barros y Lucas Córdoba: 150 metros de pavimento sobre cada uno. Lo que daría un total de 1.500 metros de pavimento en total.
El fin de la obra se daría recién en el año próximo. “La obra está pactada a 12 meses. Así que, de no mediar problemas, interrupciones y problemas climáticos la obra se cumplirá en ese periodo”, dijo el funcionario. La mayor complejidad de los trabajos dada porque esto contempla desagües pluviales de todo el sector del barrio.
El funcionario municipal señaló que el principal beneficio para los vecinos de la zona es que recibirán la urbanización. “Es una zona prácticamente olvidada”, reconoció. Pero, al final de cuentas, se trata de una mejora no solo para los vecinos de La Costanera, sino para toda la ciudad.
“La ciudad en toda su historia le ha estado dando la espalda al río. Hoy se está transformando una costanera que ha sido epicentro de arrojo de residuos y de suciedades industriales, la queremos convertir en un elemento de desarrollo urbano”, finalizó.
El jueves pasado, Germán Alfaro, intendente de la capital, visitó las obras. Durante su supervisión anunció que posteriormente, en este tramo, se instalará alumbrado público, complejos semaforizados, se realizarán trabajos de parquización y se colocarán juegos para niños y mobiliario urbano, otra de las observaciones frecuentes de los urbanistas: en los barrios marginados no hay espacios verdes.
El jefe comunal señaló que además se construirá un acceso pavimentado para conectar la avenida Gobernador del Campo con la nueva avenida Costanera, en su extremo norte. También, hacia el sur, se creará una vía para comunicar de manera directa la avenida Benjamín Aráoz con la avenida que existe y ya está pavimentada entre el puente Lucas Córdoba y calle Guatemala.