La casa que Jorge Daniel Skackaukas posee en Ituzaingó, provincia de Buenos Aires, no es una casa cualquiera: en su interior había algo parecido a un zoológico. Tras varias denuncias de vecinos, fue allanada y este hombre quedó imputado por presunto maltrato animal. De ser encontrado culpable, podría recibir una pena que va desde uno a tres años de prisión.
Cuando los policías ingresaron a la vivienda descubrieron que tenia más de 80 especies animales, entre mamíferos, reptiles y aves autóctonas y exóticas: pilcomayos, loros, caranchos, tucanes, cotorras, monos, tortugas acuáticas, cigüeñas, un búho y un flamenco, entre otras. No poseía la tenencia legal de ninguno de ellos y mucho se encontraban en mal estado de salud. Presentaban signos de conjuntivitis, cuadros respiratorios, plumaje deslucido, estaban mal alimentados y deshidratados.
Los animales de granja fueron trasladados al Centro de Asistencia Equina y las aves, a la Estación de Cría de Animales Silvestres, de la provincia de Buenos Aires
Más de una vez
Los casos de incautación de animales autóctonos, silvestres y exóticos ya tienen innumerables antecedentes en nuestro país. En enero del 2015, un ciudadano de la localidad de Berazategui, provincia de Buenos Aires, fue procesado por tenencia, comercialización y maltrato de animales exóticos, que se encontraban hacinados en su domicilio y que vendía en el Parque porteño Pereyra Iraola. El sábado de la semana pasada un joven fue detenido en la localidad de Alicia, provincia de Córdoba, por transportar 146 loros habladores en el baúl de su auto, donde además llevaba otras aves. Los animales fueron incautados y el joven, trasladado a una sede policial acusado de “transporte ilegal de piezas provenientes de la caza furtiva o depredación”.
En una conversación con LA GACETA, el veterinario Pablo Aon, de la Reserva Experimental Horco Molle, habló de los perjuicios ambientales que genera el tráfico de fauna silvestre. También se refirió a los daños que les genera el cautiverio a estos animales. Las tortugas y los loros, por ejemplo, están entre los animales silvestres más adquiridos en nuestro país y, sin embargo, su posesión es ilegal.
Educación
Aon explica que, para solucionar estos problemas, se trabaja, en primera instancia, sobre el cazador y sobre quien comercializa; a quien adquiere el animal, se intenta hacerle entender los riesgos que implican estas actividades para el ecosistema y, muchas veces, para los mismos humanos (como es el caso de quien adquiere un gato montés, por ejemplo).
La reserva de Horco Molle recibe los animales autóctonos que están lastimados, trabaja en la rehabilitación e intenta reincorporarlos a su hábitat natural. Aunque -cuenta Aon- la mayoría de las veces es difícil lograrlo, porque su supervivencia en la naturaleza se vuelve imposible.
No compres otro
“Lo principal es asegurar el bienestar de cada uno de los animales. Para las personas que tienen tortugas o loros, por ejemplo, el mensaje es: ‘si los tenés, cuidalos pero no compres otro”.
Diez años atrás era posible adquirir animales de especies exóticas en comercios formales o incluso en la calle, pero hoy ya no. Para Pablo, Las campañas de concientización van cambiando las cosas.