“La feria judicial está planteando una discusión a todo nivel, que no está saldada porque los gremios opinan una cosa, los estudios jurídicos, otra; y supongo la que la sociedad opina otra cosa”, manifestó Daniel Posse, vocal de la Corte Suprema de la provincia, a cargo del receso durante enero.
Si bien dijo que no tiene una postura al respecto, reconoció que es un debate del que no hay que huir. “Se plantea que el Poder Judicial debe funcionar en el mes de enero. Por supuesto que se necesitan vacaciones y que estamos expuestos a situaciones complejas, pero también creo que hay que encontrarle la vuelta al trabajo durante este mes... tal vez que no sea pleno, pero tampoco que esté tan paralizado”, agregó el juez, quien acto seguido aseveró que tampoco se puede hablar de la totalidad del Poder Judicial porque “hay ámbitos en los que se está trabajando como días absolutamente normales”.
El debate saltó a partir del planteo del ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano, quien dijo que había que ver “cómo darle agilidad a la Justicia y que la rueda judicial no se deje de mover 45 días al año (30 días en enero y 15 en julio), con un grave perjuicio para los ciudadanos”. Incluso este es uno de los temas que integran el programa Justicia 2020, que impulsa modificaciones al sistema judicial. Garavano agregó que se plantea discutir cómo hacer para que “fiscalías y juzgados no permanezcan cerrados al público por tantos días”. Además, el funcionario nacional sostuvo que se debería “ampliar los horarios de atención al público con dos turnos de trabajo”.
Por su parte, Posse señaló que es interesante escuchar todas las voces y “pensar en que en enero hay que buscarle la vuelta para que no se paralicen los juicios”.
La posible modificación al régimen de receso judicial también generó repercusiones en la Justicia local. Benjamín Moisá, vocal de la Sala II de la Cámara Civil y Comercial de la capital, expuso que el problema central de los tribunales no es la feria de 45 días. “El problema no pasa tanto por los días de feria (...) sino por la virtual ‘paralización’ del servicio de justicia durante la feria y su, en muchos casos, oportunamente deficiente prestación durante todo el año”, manifestó en su muro de Facebook.
Sobre el tema, Posse no quiso hacer una alusión directa, solo opinó que al servicio de Justicia se lo presta correctamente. “Se lo brinda eficazmente -a mi criterio- durante todo el año. Evidentemente hay cuestiones que atender que son estructurales para reformular algunas áreas del servicio que tienen que ser más eficaces”.
También el camarista Moisá habló del “goce antojadizo y discrecional que se hace de la feria judicial”, por lo menos en la Justicia de Tucumán. Y recordó que hay una acordada de la Corte que “establece los tribunales de feria (magistrados, funcionarios y empleados) hasta el año 2020”.
El vocal Posse explicó que no sabe a qué se refiere Moisá con lo que expresó. “Honestamente, no lo sé. Este año hay un cumplimiento total de la acordada, salvo situaciones de excepción que habilitan a incorporar gente o excluir gente de la feria”, replicó el vocal de la Corte y aclaró que no pretendía entrar en polémica con el juez civil y comercial.
Los cargos no cubiertos dentro del Poder Judicial local no escapan a este planteo que busca -como objetivo último- la agilidad de la resolución de los conflictos.
“El trámite de cobertura de vacantes es engorroso y lleva mucho tiempo, entre ocho meses y un año. Incluso creo que habría que buscarle un régimen de subrogancia que sea más eficaz hasta tanto se cubra la vacante. Son cosas para modificar; están bien las críticas que se generan desde la sociedad y hay que atenderlas”, argumentó Posse.
Comentó que actualmente en el Consejo Asesor de la Magistratura (CAM) tienen 52 concursos en trámite y hay nueve pliegos enviados al Poder Ejecutivo. “No estoy contando los nuevos cargos, que son seis en el Contencioso Administrativo y como nueve en el fuero Laboral”, agregó el magistrado.