WASHINGTON, Estados Unidos.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, defendió hoy la eliminación de la política de "pies secos, pies mojados" que garantizaba -hasta la semana pasada- la residencia a los cubanos indocumentados que lograban entrar en el país.

La nueva política "es justa y apropiada para el cambio de naturaleza en las relaciones entre los dos países", argumentó en su última rueda de prensa como presidente refiriéndose al acercamiento entre Estados Unidos y Cuba tras más de 50 años sin vínculos diplomáticos, según informó la Dpa.

A falta de pocos días de ceder el testigo este viernes al republicano Donald Trump, Obama decidió la semana pasada poner fin sin previo aviso y con efecto inmediato a la política de "pies secos, pies mojados" que estaba vigente desde 1995. Por ella, los cubanos sin papeles interceptados en el mar (pies mojados) eran expulsados, pero los que lograban llegar a suelo estadounidense (pies secos) podían quedarse en el país.

El mandatario demócrata la calificó hoy como un "remanente" del aislamiento que Washington ejerció hacia La Habana durante décadas y al cual él puso fin en 2015, cuando los dos países retomaron relaciones diplomáticas y reabrieron sus respectivas embajadas. Frente a los demás inmigrantes sin papeles que intentan quedarse en el país, esta política suponía un privilegio.

Ben Rhodes, uno de los asesores más cercanos a Obama y artífice de la política de acercamiento de Estados Unidos a Cuba, descartó la víspera una posible excepción para los cubanos a los que la nueva medida ha tomado de camino a Estados Unidos, quedando varados. El temor -manifestó en una rueda de prensa con medios internacionales-, es "una crisis migratoria", ya que sería imposible determinar quiénes se encontraban en camino y quiénes no.