Con apenas seis añitos la mexicana Karol Sevilla ya daba sus primeros pasos por las tablas. Le encantaba cantar, bailar y actuar y sabía que eso era lo que quería para su vida. Estudió actuación, hizo comerciales de TV, tuvo papeles en novelas y series... Pero la fama que siempre había soñado le llegó recién años después. Toda de golpe y con una fuerza que nunca pudo esperar.
El 24 de diciembre de 2015, con 16 años, a Karol se le desplegaron las alas. Desde ese día dejó de ser Karol para convertirse en Luna, como comenzó a llamarla todo el mundo. Ese día fue el estreno mundial de la canción “Alas”, que meses después se convertiría en el tema de apertura de la serie “Soy Luna”. Karol interpretó la canción en el evento especial de Disney Channel, “Navidad Mágica desde los Parques Disney”, junto con su colega Ruggero Pasquarelli, un joven italiano que, al igual que ella, se dedicó al canto y a la actuación. En la serie Ruggero es el personaje Matteo, el primer amor de Luna.
La canción fue furor y el éxito rotundo de esa primera vez en el aire anticipó la fiebre que se avecinaba. “Alas” pasó de la tele a las redes sociales, el mundo de los niños y adolescentes, y fue imparable. El 15 de enero de 2016 el tema fue subido al canal de YouTube de Disney Channel Latinoamérica y al día de hoy, a menos de un año, ya tiene más de 100 millones de visualizaciones. Sólo lo supera en popularidad el video musical “Si es por amor”, de Violetta, que tiene casi 108 millones de visualizaciones. La pequeña diferencia es que el de Violetta lleva tres años publicados y el de Luna, su sucesora en Disney, apenas 12 meses.
La serie “Soy Luna” se estrenó en Latinoamérica el 14 de marzo de 2016. Cuenta la historia de una adolescente que vivía feliz en Cancún, México, donde arriba de sus patines trabajaba como repartidora de pizzas. De un momento a otro su familia se ve obligada a mudarse a Buenos Aires, donde se enfrenta a una vida de lujos desconocida para ella. Ahí descubre el lugar Jam & Roller, una escuela de patinaje donde conoce a sus nuevos amigos y a su primer amor, Matteo.
Toda la vida de Luna transita arriba de los patines, con mucha música, alegría y conflictos adolescentes. Todos los condimentos para que los chicos no quieran despegarse del televisor y se hayan vuelto fanático de los patines de cuatro ruedas y no de los rollers. Como los de “Soy Luna”.