El pueblo de Santa Ana está conmocionado por el fallecimiento de un adolescente de 16 años en la víspera de Año Nuevo. Durante el sepelio, cuando trasladaban sus restos al cementerio de Villa Hileret, familiares y amigos del chico afirmaron que escucharon ruidos que provenían de adentro del cajón. Desesperados, con una cruz de hierro, rompieron el ataúd y sacaron el cuerpo. Trataron de reanimarlo, a la vez que llamaron a la ambulancia porque sostenían que el menor estaba con vida. Sin embargo, la directora a cargo del Hospital de Santa Ana, María Isabel López, aclaró que el chico nunca despertó.
“Pasaron casi 24 horas desde la muerte (del chico) hasta que lo llevaron al cementerio. Es imposible que haya despertado, pero aun así nuestros médicos lo revisaron y confirmaron el fallecimiento”, dijo López. Aclaró que fueron tres los profesionales que revisaron el cuerpo para que la familia se quede tranquila: “al llegar al cementerio lo vio una enfermera; luego, en el Hospital, lo revisó el médico de guardia, y además estaba otro médico que la guardia llamó para que los ayude. Todos dijeron lo mismo”.
El chico de 16 años falleció la tarde del sábado 31 a causa de una enfermedad. Personal del Hospital Regional de Concepción (donde estaba internado), constató la defunción y entregó el cuerpo a la familia. Desde la noche del sábado hasta la tarde del domingo, familiares y allegados velaron al menor quien, según fuentes policiales, era primo del policía federal Lucas Abregú que murió por un disparo en Concepción. A las 20.30 llegaron al cementerio y fue ahí donde ocurrió todo. “Los que estaban ahí aseguran que escucharon ruidos dentro del cajón y que, cuando lo sacaron, el chico tenía pulso”, comentaron fuentes policiales.
“La ambulancia llegó al lugar y los familiares la esperaban con el cadáver del adolescente arriba de la tapa del cajón. Le pidieron desesperados a la enfermera que lo reanime y ahí lo trasladaron al Hospital”, afirmó la directora del centro asistencial del pueblo. López explicó cómo ocurrieron las cosas basada en lo que, los médicos que intervinieron, le contaron: “nunca presentó signos vitales. Lamentablemente él murió en el Hospital de Concepción esa tarde”.
Finalmente, el cuerpo fue entregado a la familia en la noche del domingo. Según lo que nos informaron, fue velado una vez más y enterrado en la mañana del lunes. Los directivos del hospital del pueblo realizaron un informe para aclarar la historia que comenzó a circular esta mañana en las redes sociales, la misma que muchos en el pueblo aseguran creer.