El calendario colocó una pausa para reflexionar sobre la conveniencia de mantener en un pie de igualdad a los abogados locales y foráneos que intervienen como jurados en los concursos del Consejo Asesor de la Magistratura (CAM). Se trata de una modificación reglamentaria introducida en la sesión del 6 de diciembre que incluyó un debate áspero sobre un viaje oficial a Chile, asunto que, luego, dio lugar a un pedido de perdón (se informa por separado). La decisión de aumentar el número de evaluadores de afuera fue cuestionada por el Colegio de Abogados de la Capital mediante un recurso de reconsideración que el CAM recién analizará después de la feria de enero.

Hasta el 6 de diciembre, los tribunales a cargo de sustanciar y corregir la prueba de oposición -etapa decisiva del concurso- debían ser integrados obligatoriamente con un abogado de la matrícula provincial. Ese privilegio o preferencia fue removido por propuesta del presidente Daniel Posse con los votos de los consejeros Javier Pucharras, Fernando Valdez y Carlos Caramuti. El nuevo mecanismo establece que los jurados potenciales de la abogacía, ya sean locales o foráneos, integran la misma lista a los efectos del sorteo. Ello implica que, eventualmente, los tres miembros del tribunal evaluador (letrado, juez y académico) pueden llegar a ser de afuera.

La mayoría argumentó que el cambio obedecía a la escasez de letrados penalistas y a la necesidad de elevar los niveles de transparencia. El Colegio de Abogados que preside Marcelo Billone solicitó la revisión de la modificación esgrimiendo que las sospechas sobre eventuales filtraciones de temas no podían ser generalizadas y que la eliminación del evaluador tucumano implica vaciar al tribunal del conocimiento del foro y de la legislación autóctonos.