BRASILIA.- La Justicia brasileña presentó ayer una quinta denuncia de corrupción contra el ex presidente, Luiz Inácio “Lula” da Silva, la tercera enmarcada en la operación “Lava Jato”, que investiga una red fraudulenta en la petrolera Petrobras. El Ministerio Público, que cumple las funciones de una fiscalía, incriminó a Lula, a su esposa, Marisa Letícia Rocco, y a otras siete personas por cargos de lavado de dinero y corrupción pasiva en relación con pagos realizados por la constructora Odebrecht.
Entre los acusados está también el ex ministro de Hacienda de “Lula”, Antonio Palocci. Lula es acusado de “comandar una sofisticada estructura ilícita para la captación de apoyo parlamentario” en base al pago de sobornos, según un comunicado del Ministerio Público.
La denuncia cifra en más de 75 millones de reales (U$S 22 millones) los pagos de Odebrecht con fondos provenientes de Petrobras. Según los investigadores, estos se usaron para financiar a la formación de “Lula”, el Partido de los Trabajadores (PT), y a dos sus antiguos aliados de gobierno: el Partido Progresista (PP) y el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
Odebrecht, una de las más grandes firmas del país, es una de las empresas más implicadas en las investigaciones de “Lava Jato”. La operación busca una presunta red de fraudes en torno a Petrobras, que consistía en el pago de sobornos a políticos por empresas interesadas en obtener contratos con la petrolera estatal. “Lava Jato” (”Lavado de autos”), de 2014, ha puesto en jaque a la clase política.
“Lula” tiene que responder en otros dos casos relacionados con “Lava Jato”, en los que la Justicia ha aprobado la apertura de juicio. El ex presidente también es incriminado de corrupción en otras dos investigaciones judiciales, las operaciones “Zelotes” y “Janus”. (DPA)