Daniel Trotta - Agencia Reuters
LA HABANA.- Luego de la muerte del líder revolucionario Fidel Castro y de la promesa de su hermano Raúl de dejar la presidencia de Cuba en 15 meses, parece acercarse el momento del heredero político natural Miguel Díaz-Canel, un defensor de la modernización de los medios estatales y del acceso a internet en la isla. Fidel falleció el viernes a los 90 años y su hermano, de 85 años y que asumió la presidencia en 2008, dice que dejará el poder en febrero del 2018, al término de su segundo período de cinco años.
Díaz-Canel fue ascendido al cargo de primer vicepresidente en 2013, lo que lo convirtió en el siguiente en la línea de sucesión para asumir la Presidencia.
Con 56 años, Díaz-Canel es un miembro joven del liderazgo del gobernante Partido Comunista, que necesitará apelar a las nuevas generaciones si el comunismo cubano desea prosperar más allá de la era de los hermanos Castro. Ha hecho de la libertad de prensa y de internet una de sus principales preocupaciones, un cambio con potencial desestabilizador en un Estado que tiene un partido único y que monopolizó los medios por 58 años.
En otros asuntos, no obstante, ha seguido la línea del partido o ha evitado referirse en público a temas clave, como las reformas políticas y económicas o las relaciones con Estados Unidos, que hace dos años iniciaron un camino para su descongelamiento mediante negociaciones entre Raúl Castro y Barack Obama.
Expertos dicen que su posición como el posible heredero de los Castro es firme y que tendría que sufrir un duro tropiezo para que alguien más se convierta en el próximo Presidente.
Díaz-Canel, quien nació después de que los Castro tomaron el poder en 1959, es un hijo de la revolución que ascendió en el Partido Comunista cultivando relaciones dentro de la elite política y evitando el exceso de exposición como otros aspirantes.
“Él sobrevivió a sus predecesores (como heredero natural)”, dijo Christopher Sabatini, experto en Cuba en la Escuela de Asuntos Internacionales y Públicos de la Universidad de Columbia.
Durante los últimos años surgieron otros posibles sucesores a los Castro, pero desaparecieron luego de la escena pública por diversas razones. Entre ellos se encontraban Carlos Lage, que tenía 57 años y era vicepresidente del Consejo de Estado, y Felipe Pérez Roque, de 43 años y que ejercía el cargo de canciller. (Reuters)