“Estamos mejor, eso es evidente, pero nuestros problemas todavía no están solucionados. El miedo no se fue. Siento que no voy a poder estar tranquila hasta que vea a mi ex tras las rejas por todo lo malo que nos hizo. Espero que pronto lo atrapen y no lo tengan sólo 10 días en un calabozo, sino que le den la prisión preventiva”, advirtió J. mientras su pequeño hijo de un año y medio dormitaba en sus brazos. Se trata de la joven de 24 años que, entre la desesperación y el miedo, optó por dormir en las salas de espera de los hospitales por las agresiones y amenazas de muerte que recibió de su ex marido, según consta en las denuncias que realizó.
Durante su primera charla con LA GACETA, J. contó los detalles de su infierno al tiempo que luchaba por no derramar lágrimas. Ayer, luego de que los engranajes del Estado prometieron cuidarla, se permitió una leve sonrisa, sobre todo cuando miraba al hijo que tuvo con el agresor. “Jamás imaginé que mi historia iba a tener tanta repercusión. Salió en medios de todo el país y mi teléfono no paró de sonar. Sólo quería cuidar a mi familia, poder salir de mi casa sin que me pase lo que le ocurrió a esa pobre mujer”, señaló en relación a Claudia Lizárraga, víctima de un femicidio. El ex marido asesinó a Lizárraga a puñaladas en octubre, en la plaza del Barrio Jardín.
Bien temprano, las autoridades del Observatorio de la Mujer se reunieron con J. y le dijeron que le podían ofrecer un techo hasta que la Policía encuentre al agresor, que tiene pedido de captura desde el 11 de noviembre. La fiscala Adriana Reinoso Cuello ordenó a la Policía ponerlo tras las rejas porque se había presentado en la casa de la mujer y, luego de amenazarla de muerte, le pegó una patada en una pierna a su ex suegra. “Me dijo que antes de que terminara este año, iba a ser una mujer muerta, que al 2017 lo iba a recibir en un cajón”, relató la víctima.
El miedo sigue
J. fue clara. Dijo que ella no puede ir a ningún lugar de alojamiento porque no puede alejarse de su casa. “Cuando mi marido se fue en mayo de 2015 se llevó todo. Nos dejó un colchón, nada más. Este año, cuando entró de una patada a mi casa y me tomó del cabello para hacerme dar la cara contra la pared, hizo destrozos y hasta se llevó mi DNI. Después de hacer dos tiros al aire y de pegarle a mi papá, se fue. No puedo dejar mi casa sola, como no puedo salir a trabajar porque mi ex se esconde hasta que me ve salir, no puedo trabajar y no tengo plata. Mi hijo lleva una semana tomando mate cocido. Ayer le pude poner leche en la mamadera porque una vecina me la regaló. Por eso digo que mis problemas no se solucionaron aún. Estamos pasando hambre. Necesito ayuda de alguien”, pidió desesperada. Ante esta situación, desde la Casa de las Mujeres se abrió una colecta de mercadería para colaborar con ella. La ayuda puede ser llevada hasta la oficina, ubicada en Crisóstomo Álvarez 583, primer piso.
Desde el Observatorio le brindaron una asesoría legal. La abogada Natalia Spedaletti solicitó una consigna policial permanente para ella hasta que el agresor esté tras las rejas. Esta medida fue otorgada de inmediato por el Juzgado Civil IV° -a cargo de Orlando Stoyanoff Isas-, que ordenó además que los policías de la seccional más cercana hagan inspecciones periódicas en el barrio de la familia. “Deberá cumplirse en forma inmediata, bajo apercibimiento de desobediencia judicial”, advierte el oficio.
Cuando parecía que el camino se allanaba y que J. iba a poder volver a dormir en su cama con la tranquilidad de que nadie iba a tirar abajo la puerta a patadas para matarla, la familia se encontró con otra de las trabas que suelen tener la víctimas de violencia de género. “El jefe de la comisaría nos dijo que hablemos con la gente de la jefatura de zona porque ellos no tienen efectivos para darnos la consigna policial. Lo tuvimos que resolver nosotros porque ellos se pasan la pelotita. No tenemos para comer y ellos quieren que nos movilicemos de aquí para allá. Por suerte la abogada movió cielo y tierra y nos consiguió la custodia”, contó la madre de la joven agredida.
“No quiero morir”
La última vez que fue atacada, ante las amenazas de su ex, la muchacha sintió que sus fuerzas flaqueaban. “Le dije que a mí me hiciera lo que quisiera, pero que no volviera a entrar así a mi casa y a amenazar a mi familia”. Ella ayer explicó que fue una frase desesperada con la que sólo quería cuidar a su madre y a su hijo, y que reza todas las noches porque no quiere engrosar la estadística de mujeres asesinadas. Según dijo, quiere vivir, cuidar de su hijo. volver a trabajar y estar tranquila. De hecho, le hizo saber al ministro fiscal Edmundo Jiménez -en una misiva que le envió- que se está aferrando a la vida. “Solicito arbitre los medios necesarios para que mi acceso a la Justicia sea un derecho efectivamente ejercido y no un femicidio más”, le escribió al funcionario.
ASISTENCIA
¿El Estado está ayudando a las mujeres víctimas de violencia de género?
Hay varios dispositivos que se encargan de asistir y derivar a las víctimas de violencia de género. Pero las respuestas no estarían dando el resultado esperado, según consideró Marta Palazzo, directora de la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) que depende de la Corte Suprema de Justicia. “Los fiscales y jueces pueden pedir una detención, prohibir el acercamiento, ordenar una consigna o dictar otras medidas, pero a veces se requiere de otro tipo de abordaje”, planteó. “Es un tema para analizar con juristas, psicólogos y sociólogos porque ya excede a una medida judicial, que evidentemente no está dando resultados. Además, los jueces y fiscales cuentan con pocas herramientas legales porque las leyes en este sentido no son lo suficientemente duras”, cuestionó Palazzo.
Subsidios
¿Las víctimas de violencia reciben alguna ayuda económica por parte del Gobierno?
No, de hecho ese es uno de los reclamos de diversas organizaciones feministas que exigen la declaración de la emergencia en violencia de género. En el caso de Tucumán, el Observatorio de la Mujer maneja un fondo de emergencia destinado a cubrir los gastos de traslados para que las víctimas puedan asistir a las audiencias, entre otras necesidades que pudieran surgir. La directora del Observatorio, Eva Fondevilla, explicó que después de que las víctimas realizan el tratamiento psicológico, y una vez que su seguridad está garantizada, las acompañan en la búsqueda de empleo o les asignan algún emprendimiento. También mencionó que trabajan en conjunto con algunos jardines de infantes para que los niños tengan dónde estar mientras sus madres trabajan.
Justicia
¿Son suficientes las medidas restrictivas que ordena la Justicia?
“Es un tema muy complejo. Y las pruebas están a la vista: las medidas de protección que podemos solicitar que se dicten no en todos los casos son efectivas, como ocurrió en este ocasión”, explicó la fiscala Adriana Reinoso Cuello. “Podemos solicitar la detención de una persona, pero es una solución de 10 días hábiles y no es fácil lograr que le dicten la prisión preventiva si es que no tiene antecedentes”, agregó. “Las medidas restrictivas son temporales, es decir, tienen un vencimiento, y si no se las renueva, pierden vigencia y no todas las víctimas vuelven a hacer el trámite. Pero lo que es más grave aún es que se puede dictar una prohibición de acercamiento, pero nadie controla que se la haga efectiva”, explicó la fiscala Adriana Giannoni.
Informe
La relatora de la ONU realizó un duro análisis sobre la situación en el país
“Si bien han existido avances, sobre todo en la condena social, todavía el sistema argentino tiene deficiencias considerables para combatir la violencia contra las mujeres”, señaló Dubravska Simonovic, relatora especial de las Naciones Unidas, en el informe preliminar que realizó sobre violencia de género después de haber visitado varias provincias, entre ellas, la nuestra. “Hay leyes desactualizadas, legislación que no se adapta a los estándares internacionales, subregistro de denuncias, inacción judicial ante situaciones de violencia de género, condenas que sólo resultan relevantes en casos de femicidios y muchas veces ni siquiera así. Y detrás de todo eso, una fuerte cultura machista que se resiste a ceder”, opinó en el documento que fue reproducido por el diario La Nación. “Preocupa la falta de coordinación sistémica e institucionalizada entre los gobiernos nacional y provinciales, en especial entre el Consejo y las oficinas de la mujer provinciales y municipales”, apuntó Simonovic, que presentará en las próxima semanas el informe definitivo con recomendaciones para realizar cambios.
Prevención
¿La Policía puede custodiar a todas las víctimas de este delito?
“No podemos poner una custodia en cada una de las casas de las víctimas de violencia de género”, aseguró Paul Hofer, secretario de Seguridad. “Sí lo hacemos en casos que son graves y por eso se realiza una vigilancia que implica mover tres hombres por día”, destacó. El funcionario aclaró además que sí se está utilizando un sistema de protección a través del Servicio 911. “La Justicia nos avisa a través de oficios cuáles son las personas que tienen prohibiciones de acercamiento para que estén dentro del recorrido. A veces hasta modificamos los puntos de coberturas para que puedan salir en el acto en su ayuda, ya que los operadores, al tener todos los datos, saben qué es lo que deben hacer y cómo actuar”, advirtió.
SALUD
¿Hay algún tipo de control en los hospitales públicos para detectar a las víctimas?
En el caso del Centro de Salud, el Observatorio de la Mujer tiene una oficina dentro del predio para asistir a las víctimas con ayuda psicológica, asesoramiento y orientación. Sin embargo, en el resto de los hospitales no funciona todavía ningún dispositivo que se encargue de la temática. La fiscala de Instrucción Adriana Giannoni había contado el mes pasado a LA GACETA que trabaja en la elaboración de un protocolo que apunta a los profesionales que cumplen funciones en CAPS y hospitales. La idea es que, al igual que sucede con los casos de abusos sexuales y maltrato infantil, los médicos den aviso a las autoridades cada vez que les toque asistir a una víctima de violencia de género. “Pero antes hay que capacitar a todos los actores para que estén sensibilizados”, aclaró Giannoni.
Posible modelo
¿Qué ocurre con esta problemática en otras provincias?
El Poder Judicial de varias provincias, como Salta y Córdoba, decidió crear fiscalías que se dedican pura y exclusivamente a atender los casos de violencia de género. Además, cada uno de los investigadores tiene un equipo interdisciplinario integrado por psicólogos -atienden a la víctima y al victimario- y asistentes sociales para acompañar a las víctimas durante el proceso. También cuentan con tribunales multifueros -atienden los casos penales y de familia al mismo tiempo- que permiten agilizar los trámites. En Tucumán, los fiscales deben investigar estos casos y los otros que ingresan en sus turnos -unos 3.000 aproximadamente-. Los profesionales son los mismos que utiliza todo el Poder Judicial y los trámites se realizan por vía separada en los fueros penal y civil.
Reforma
¿En la provincia existe un proyecto para crear una oficina especializada en la materia?
Desde principios de año, fiscales, jueces, defensores oficiales y representantes de la Oficina de Violencia Doméstica realizaron un análisis de la situación. Por ese motivo, el ministro fiscal Edmundo Jiménez solicitó a la Corte Suprema de Justicia que hasta que se cree una fiscalía especializada en violencia de género, debía ponerse en funcionamiento una oficina para tratar estos casos. Según la idea, allí deberían trabajar con médicos, psicólogos y asistente sociales para realizar una evaluación de cada uno de los casos. “Esa sería una herramienta para resolver las casi 180 denuncias que se presentan en las comisarías por turno. Al no contar con una evaluación de riesgo, las causas terminan siendo archivadas”, comentó la fiscala Adriana Giannoni.
HOGARES TRANSITORIOS
¿Existen albergues para que las víctimas puedan alojarse y resguardar su seguridad?
No existe en la provincia un albergue oficial al que puedan acudir las víctimas de violencia de género. No obstante, la Municipalidad suele recibirlas en el albergue que funciona en el parque 9 de Julio, que está destinado a personas en situación de calle. Además, el Observatorio de la Mujer se encarga de ubicar a las víctimas en hogares transitorios hasta que su seguridad esté garantizada. “Es lo que venimos reclamado desde hace mucho: un lugar al que las víctimas puedan acudir para escapar de los hombres violentos”, remarcó Ana Ferreyra, de la Casa de las Mujeres Norma Nassif. Por su parte, la directora de la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte, Marta Palazzo, sostuvo que los albergues no solucionan el problema y que se necesitan medidas más profundas.
Lugares para pedir ayuda
Comisaría de la Mujer (Don Bosco 1886). Teléfono - 4514912
Oficina de Violencia Doméstica del Poder Judicial (La Madrid 450) de 7 a 19. Teléfono 4248000 interno 147
Observatorio de la Mujer (Centro de Salud) de 8 a 18
En la fiscalía de turno de Tribunales (avenida Sarmiento 431)
En cualquier comisaría o seccional de la Policía
En el servicio de emergencia del 911