“En Tucumán no baja la pendiente de muertos en accidentes viales, a pesar de que ha mejorado muchísimo el sistema de atención público de emergencias, del 107. El problema es que se pretende cambiar un comportamiento social con mensajes aislados, y no con educación sistemática en seguridad vial. La educación vial tiene que estar en la escuela y no lo está”, fustigó Pedro Katz, ingeniero civil especialista en seguridad vial. También apuntó a la falta de controles: “de nada sirve instalar un operativo hoy, multar a los que no llevan casco o lograr que se los pongan, y mañana desaparecer para que todos vuelvan a andar sin casco”.
La infraestructura vial es otro de los puntos débiles que favorecen los accidentes, según el experto. “En Tucumán es muy común inaugurar una repavimentación, una ruta nueva, pero después olvidarse de que lleva un mantenimiento periódico y programado. Se actúa no en la fisura apenas se presenta, sino en el bache que ya ha provocado accidentes. Arreglar el bache sale 10 veces más que arreglar el pavimento cuando recién comienza a agrietarse”, explicó. Por último, señaló que la red vial a crecido muy poco en relación al crecimiento del parque automotor, por lo que hay localidades aisladas entre sí y caminos sobrecargados, principalmente de camiones, que contribuyen al rápido deterioro y a la multiplicación de los accidentes.