Falta serenidad en los últimos metros. Anoche, si San Martín estaba un poco más lúcido volvía a Tucumán con tres puntos en el bolso.

Gonzalo Rodríguez perdió un gol casi hecho y Matías García erró un par de pases cuando la jugada parecía resuelta.

Si encuentra la tranquilidad que se necesita en ataque, otra puede ser la historia de ahora en adelante.

Está claro que San Martín extraña mucho a su goleador Mauro Quiroga. El “Santo” maneja bien la pelota hasta llegar al borde del área rival; en ese lugar se nubla el panorama. La dupla Gonzalo-Acosta no encaja porque hace falta un “9” de área y, para colmo, a Lentini no se lo nota del todo bien. Recuperar al “Gigante” es la misión.

Esta vez, los volantes encargados de generar fútbol fueron los puntos más flojos del equipo. Daniel Dip, Diego Bucci y Matías García pasaron desapercibidos en ese aspecto y el equipo lo sintió muchísimo.

De mitad de cancha hacia atrás, todo salió perfecto; pero en ofensiva, la tarea del equipo fue demasiado opaca.

Luego de un arranque dubitativo, en el que muchos comenzaron a pensar que el torneo iba a ser un calvario, San Martín encontró algo de equilibrio. Ayer volvió a sumar como visitante, ante un equipo que consiguió casi todos sus puntos jugando en ese reducto. El “Santo” lleva cinco partidos sin perder, pero los tres últimos juegos fueron empates.

Dicen que los grandes equipos se arman de atrás para adelante, y eso parece querer Diego Cagna. En los primeros partidos San Martín sufrió mucho en defensa, pero ayer encontró el nivel que todos esperan en La Ciudadela. La dupla Moreira-Ferrero no tuvo fisuras y el equipo casi no sufrió a lo largo de los 90 minutos. Debe seguir así.

El ingreso de Agustín Briones en reemplazo del lesionado César Abregú le aportó mucha marca al equipo. El ex volante de Aldosivi se hizo “patrón” en el medio y no se cansó de correr nunca; aunque estuvo algo impreciso con la pelota en los pies.

La recuperación de un volante que fue importante en el ascenso, es otro punto positivo de la excursión a Santiago.

ANALISIS

El resultado califica al partido

Miguel Décima - LG Deportiva

El 0-0 final le cayó como anillo al dedo al duelo entre Central Córdoba y San Martín.

Santiagueños y tucumanos jugaron un partido muy chato, donde la marca y el juego áspero le ganaron por goleada al buen juego.

Los 90 minutos estuvieron en una misma sintonía y los arqueros Lucas Calviño y César Taborda fueron casi espectadores de lujo.

El punto le sentó mucho más al “Santo” que al local. Mientras el “Ferro” se fue envuelto en los reproches de su gente, los jugadores de San Martín festejaron un empate que les permite seguir sumando y extender su racha sin caídas. Además, esta vez sumó ante un equipo que se hace muy fuerte jugando en su casa.

Eso sí, no todo fue color de rosas. Los dirigidos por Diego Cagna se mostraron muy erráticos a la hora de manejar el balón. Los encargados de generar fútbol faltaron a la cita y el equipo lo sintió.

En contrapartida con la falta de fútbol, San Martín se mostró muy sólido en la última línea, lo que había sido su talón de Aquiles en el comienzo del campeonato.

San Martín no sufrió; pero dio la sensación de que si se lo hubiera propuesto, quizás se llevaba un premio mayor a Tucumán.

Ahora debe ganarle el miércoles a Boca Unidos. Si lo consigue, el punto sumado anoche obtendrá un valor mucho mayor.

Si mantiene la solvencia defensiva y mejora en ataque todo es posible.