“Si Mariano quiere sesionar, que nos convoque e iremos los cuatro. Pero que primero conteste las 10 preguntas”. Mariano es Mariano Campero, el intendente de Yerba Buena. Cuando se refiere a él, el peronista Héctor “Pilón” Aguirre (autor de esas declaraciones), lo menciona a través de su nombre de pila. El martes último, el edil y Walter “Kabuby” Aráoz y los radicales Benjamín Zelaya y Maximiliano García dejaron que cayera la sexta sesión consecutiva del Concejo Deliberante de Yerba Buena, pues no dieron quórum. Los concejales habían sido citados para que asuma el edil Rodolfo Aranda y para que se concrete la renovación de autoridades del cuerpo. Los mandatos se encuentran vencidos desde el 28 de octubre.
En la víspera de esa sesión, la facción presentó un proyecto de resolución conjunto, en el que piden que Campero se presente en una sesión para exponer sobre lo que sucedió el viernes último. Ese día, murió un niño de cinco años, cuando el transporte escolar que lo llevaba al jardín de infantes fue aplastado por un eucalipto que cayó a su paso. Aguirre suele ser el vocero del que hoy se conoce como “grupo de los cuatro”, actuales opositores a Campero.
- ¿Por qué no dieron quórum, la última vez?
- Queremos que la interpelación que hemos solicitado sea incluida en el orden del día. ¿Acaso es más importante la asunción de Aranda que una probable negligencia? Ellos quieren poner el carro delante del caballo.
- A otras sesiones faltaron porque Aranda no había presentado la documentación -dijeron- o porque no estuvieron de acuerdo con el voto nominal de Jantus.
- Esto se soluciona con diálogo. Me quiero juntar con Mariano, donde él quiera. Somos cuatro que estamos con la verdad. Estuve siete años con Daniel Toledo. Lo conozco mucho. Y Mariano me hace acordar a él, porque se niega a que otro crezca. Lo único que pedíamos es que Zelaya fuera presidente del Concejo. Hoy, por eso, nos ha empujado a la vereda del frente; nos ha soltado la mano.
- Llevan seis sesiones consecutivas sin quórum. ¿Hasta dónde va a llegar esto?
- Nadie imaginó que se iba a desatar semejante hecatombe. Ahora vamos a esperar a que la Justicia se pronuncie sobre el recurso de amparo que hemos solicitado.
- ¿Tenían decidido, de antemano, faltar el martes pasado?
- No. Ese día, salimos de Tribunales y nos sentamos en un bar a conversar. Ahí, decidimos no ir y enfrentar las consecuencias de esa acción.
- Se está hablando de referentes políticos provinciales por detrás de ustedes. ¿Cuál es su relación con Toledo, por ejemplo?
- Ni telefónica. Con Ariel García (legislador radical, vice segundo de la Cámara) hemos tenido conversaciones. Incluso nos sentamos en un café. Está muy preocupado porque su hermano, Maximiliano, ha quedado expuesto. No hay nadie más. Cuando necesite, iré a golpear la puerta de algún político de arriba. Todavía no ha hecho falta.
- Usted y Jantus han tenido buena relación. ¿Cuál es el vínculo entre ambos, ahora?
- Le dije que esto no era personal. También le dije: ‘hermano, no podés estar llamando a sesión a cada cinco días. Para un poquito. Nos sentemos a charlar’. Pero él recibe presiones.
- ¿De quién?
- ¡De Mariano! La elección de autoridades no tiene urgencia, aunque hayan vencido los mandatos. Buscan desprestigiarnos ante la opinión pública. Esto es persecusión. Mariano no me atiende el teléfono; me desconoce como persona. El viernes lo llamé tres veces. Voy a insistir, porque esto se soluciona conversando.