Lo que empezó como una disputa de poder, hoy es una madeja que nadie parece saber cómo desenredar. El martes, cayó por sexta vez consecutiva una sesión del Concejo Deliberante de Yerba Buena, convocada -como las anteriores- para que asumiera el edil Rodolfo Aranda y/o para que se concrete la renovación de las autoridades de ese poder legislativo. Sin embargo, a las discusiones por quiénes van ocupar la presidencia y las dos vicepresidencias se sumó un nuevo ingrediente: el caso del niño de cinco años que murió, el viernes pasado, cuando el transporte escolar en el que iba al jardín de infantes fue aplastado por un eucalipto que cayó sobre una avenida.
Es que los concejales peronistas Héctor “Pilón” Aguirre y Walter “Kabuby” Araóz y los radicales Benjamín Zelaya y Maximiliano García no se presentaron y, por consiguiente, no dieron quórum para que avance el debate. Dijeron que no lo hicieron porque el resto no le dio curso al pedido de interpelación formulado por ellos, en la víspera, en contra del intendente, el radical Mariano Campero, debido a esa tragedia.
Ante eso, Campero devuelve con una aceptación y una recriminación. “Puedo cometer errores, como cualquier ser humano. Pero si me citan, iré. No obstante, está claro que están haciendo política con una tragedia”, arremete.
- En el último intento de sesión se mencionó la palabra intervención. ¿Qué opina?
- Detrás de esto, lo único que hay es gente con mucha cizaña; no es más que eso. Es muy difícil que alguien se anime a avanzar con esa idea. Hoy (por ayer) tuve una reunión en la Casa de Gobierno.
- Aguirre dice que usted no atiende sus llamados.
- Yo recibo a todos los concejales. Estoy, siempre, dispuesto al diálogo. Tal vez hubo algunos momentos puntuales en los que no pude atenderlo. Él dice que me llama. Pero, por otro lado, pide mi interpelación.
- ¿Cómo es su relación con el Concejo Deliberante?
- La verdad, es que trato de poner mi cabeza en la gestión. Pero defiendo a Javier Jantus. Lo han golpeado de manera muy baja; él es una excelente persona. Quienes ahora lo denuncian, antes le pidieron favores.
Las idas y vueltas
El martes, al mediodía, el grupo de los cuatro -como hoy se conoce a la facción opositora a Campero- presentó un recurso de amparo en la Justicia, por “abuso de autoridad” del todavía presidente del cuerpo, Jantus, debido a que modificó la comisión de Peticiones y Acuerdos. Hasta el cambio, ese grupo de trabajo era presidido por Zelaya.
Jantus puso allí a Marcelo Rojas y a José Macome -del partido vecinal Cambiemos Yerba Buena- y al radical Lucas Cerúsico. Esa comisión es la que debe emitir dictamen para la jura de Aranda. De acuerdo a las declaraciones de Jantus, Zelaya tuvo retenido el expediente. Todavía no se conoce el fallo judicial, con respecto a la presentación del cuarteto. “Como ex concejal y actual intendente, preferiría que nada de esto esté ocurriendo”, concluye Campero.
Desde el jueves 27 de octubre hasta anteayer, el Concejo yerbabuenense se haya enfrascado en una disputa política, principalmente. La versión más fuerte que circula, por ahora, es que Rojas sucedería a Jantus en la presidencia del cuerpo. La vicepresidencia primera -de acuerdo a esa terna y a una facción- podría ser para Cerúsico. “No soy oficialista. Mi concepto es ser objetivo. De darse esta terna, vamos a modernizar e informatizar el Concejo. Tendrá una nueva impronta”, se ilusiona Cerúsico. Pese a sus anhelos, el cuerpo legislativo sigue sin sesionar. ¿Hasta cuándo seguirá la novela?